Ahh como pululan

Ahh como pululan


El esfuerzo que Humberto de los Santos Bertruy ha anunciado es un asunto que ha sorprendido a propios y extraños; la campaña en radio para promocionar si poderosísimo despacho de abogados es una repetición de mal gusto de su irrupción por cargo público en el pasado reciente. Muy difícil es que la suerte vuelva a subirlo a sus designios y mieles en el 2018.

La caballada tan gorda y con mejor posicionamiento político y ciudadano no se ve que tome como serio aspirante a la candidatura gubernamental de las izquierdas al ex alcalde centreco.

Bertruy se quedo con el marro que utilizaría para derribar el MUSEVI, y con este a diario durante su gestión trituro su incipiente carrera política en el rubro de voto popular.

Humberto, en un ejercicio de autocritica debe ser congruente y no meter ruido innecesario a los esfuerzos de la fragmentada izquierda tabasqueña.

Nos decía un cercano al “abogado litigante” que el jefe le apuesta al apoyo que en épocas de munícipe le proveyó a AMLO y al naciente movimiento, y que además finca sus esperanzas en un eventual choque de trenes y desgaste de los aspirantes más aventajados en PRD y MORENA, para que allí pueda entrar como Candidato emergente y factor real de unidad. Otro con sueños guajiros, ¡como pululan en el trópico!

Rosetas. A la presidenta nacional del PRD, doña Alejandra Barrales le llueve sobre mojado; en su novel presidencia le ha tocado acumular la escisión de muchísimos activos para fortalecer otra izquierda, también dio tumbos en la conducción del proceso interno para la candidatura de EDOMEX y no salió bien librada y radicalizo la fragmentación del Sol azteca y peor aún con la estampida ciudadana que reclama máxima publicidad y transparencia en cuanto a los bienes y dinero que los políticos tienen como patrimonio, tampoco las cuentas le han salido bien.

Nunca debe ser pecado poder amalgamar un patrimonio fuerte y cuantioso, si este está soportado en una vida de trabajo y éxito profesional o empresarial. Los problemas saltan cuando en el cruce de ingresos contra egresos y posesiones no resultan congruentes y creíbles. Mayor es el golpe cuando la líder de la izquierda, esa que es férrea critica de los excesos y corrupción, omite por error manifestar la suntuosa posesión de un departamento de lujo. Las explicaciones posteriores pierden credibilidad y por ende echan pior el caño los intentos de cobijar y procurar más apoyo ciudadano. A Barrales se le apresura su remoción del timón amarillo.