AMLO: El peligro de una decepción seguida de una catástrofe

AMLO: El peligro de una decepción seguida de una catástrofe

Las encuestas son útiles para el ejercicio de la política, de eso no cabe duda. Pero de ahí a extrapolar los resultados de una consulta a la decisión final de los ciudadanos a la hora de depositar su voto en las urnas hay un largo, muy largo trecho. Quiero decir con esto que las encuestas no son confiables, sino que solo se aproximan, -y a veces muy poco-, a la realidad. Pongamos un ejemplo sencillo que todo el mundo puede entender. ¿Cómo se le puede pedir a la gente que se decante por un partido político, exhibiéndoles las opciones de PRI, PAN, PRD y MORENA si este movimiento no es un instituto político, sino una persona que se llama Andrés Manuel López Obrador, mientras que los primeros son organizaciones con historia y trayectoria? No se pueden mezclar peras con manzanas pues. MORENA es propiedad de AMLO y si este no pudiera seguir al frente por uno u otro motivo se desmoronaría como un gigante con los pies de barro. El titular de las escrituras de MORENA, Andrés Manuel López, quiere ajustar las cuentas al pasado, sin haber pagado las de su presente. Por eso le teme al recién detenido ex gobernador de Veracruz, Duarte, porque todo parece indicar que tiene pruebas con las que demostrar el nada ejemplar modo de financiarse de AMLO con dinero procedente del saqueo y el robo al pueblo de Veracruz por parte de un priista. Los balances del pasado no caducan jamás y se confirma la demoníaca lucidez del gran Luis Cernuda, que nos dejó dicho que “no hay olvido”. La propuesta de López Obrador es gobernar con honradez y derribar para siempre a los corruptos que le precedieron, ese es todo su programa electoral que se caería por los suelos si se confirma que el mismo practica las mismas reglas que asegura combatir. El problema principal de esta situación sería que dejaría huérfanas a millones de personas que quieren un cambio de la estructura política de este país y que en estos momentos confían en el propietario de MORENA para que encabece esta revolución necesaria. No solo sería una decepción, sino una catástrofe moral que desembocaría en una catarsis colectiva de impredecibles consecuencias. Ojo que estamos jugando con fuego y AMLO tiene una bodega entera, de grandes proporciones, llena de gasolina.