El cinismo de Zedillo y Calderón

La semana antepasada Ernesto Zedillo y Felipe Calderón asistieron al foro ultraderechista organizado por la "Fundación Internacional para la Libertad"

La semana antepasada Ernesto Zedillo y Felipe Calderón asistieron al foro ultraderechista organizado por la "Fundación Internacional para la Libertad", realizado en Madrid, España. La Fundación la preside otro ultraderechista, el peruano y premio Nobel de literatura, Mario Vargas Llosa, quien en su doble nacionalidad forma parte de la realeza española. Este ultraderechista escritor ingresó a la realeza española el 4 de febrero de 2011, fecha en que el rey Carlos I le concedió el título de marqués y es hoy consejero de honor del Cuerpo de la Nobleza de Asturias.

Es ese mismo Carlos I a quien Felipe Calderón, como presidente de México, le concedió millonarios contratos en el sector energético con créditos de la banca de desarrollo. Con Calderón, los dineros del presupuesto federal se destinaron para financiar al consorcio español ABENGOA, como intermediario de Pemex, cuyo dueño principal es precisamente este rey: el mismo que le dio el título de marqués a Vargas Llosa. Esto me recuerda a lo que decía el ilustre y sarcástico escritor don Francisco de Quevedo: que los títulos no son más que reconocimientos que unos gusanos de la tierra les dan a otros gusanos de la tierra. O como decimos en Tabasco: Zedillo, Calderón, Vargas Llosa y Carlos I son gusanos de la misma guayaba.

En ese evento ultraderechista destacaron la hipocresía y el cinismo de Zedillo y Calderón. Al escuchar a Zedillo me quedé anonadado, no podía creer que en una persona pudiera caber tanto cinismo; su plática además estuvo plagada de mentiras como el resto de su vida política. Ignoro si en la Universidad de Yale, en Estados Unidos, donde estudiaron otros miembros del gabinete de Salinas, le enseñaron a decir tantas mentiras. Y lo que me indigna es que estas personitas, sinvergüenzas, piensan que los millones de mexicanos somo unos imbéciles o que no tenemos memoria.

Como lo han hecho Vargas Llosa y Enrique Krause en otros espacios, Zedillo en su charla usó el petate del muerto del populismo para criticar y exorcizar al gobierno de Andrés Manuel. En su cinismo y menosprecio a los mexicanos a quienes supone que somos unos imbéciles, Zedillo no dijo nada sobre el FOBAPRA como la deuda del siglo en que su gobierno hundió a México por décadas. Tampoco dijo 2 nada sobre el mundo de ilícitos, arbitrariedades y corrupción que realizó su gobierno para privatizar la banca. Privatización que benefició a unos cuantos amigos y sus parientes, Privatización que se hizo haciendo a un lado al Congreso de la Unión. En esta privatización arbitraria, Zedillo se pasó al senado por el arco del triunfo.

Cabe mencionar de manera especial que al extranjerizar la banca Zedillo favoreció, entre otros, a dos bancos españoles: a Banca Santander y a Banca Bilbao Bancomer. Estos bancos, por cierto, obtienen en México el doble de utilidades que en España. En esa extranjerización Zedillo le dio órdenes tajantes a la presidente del senado, quien entonces era María de los Ángeles Moreno, para que a la vez dijera a los senadores que eran órdenes presidenciales de que la banca se tenía que extranjerizar. Aquel doce de diciembre de 1998, día de La Guadalupe, mientras la gente andaba tragando rebanadas... y en sus procesiones, Zedillo, haciendo honor a su Universidad de Yale, aprovechó para extranjerizar la banca.

No me venga Calderón con esa estúpida declaración que hizo en España de que hoy en México está en peligro la democracia cuando todos los mexicanos sabemos que él llegó a la presidencia por fraude electoral. Y que, así como con Zedillo y demás presidentes anteriores la democracia nunca existió en México, ni mucho menos existió el respeto a la autonomía del senado y de la Cámara de diputados.

A Zedillo le recuerdo que con su gobierno el peso mexicano se devaluó 175 por ciento, repito, con Zedillo el peso mexicano se devaluó 175 por ciento, con Vicente Fox, 16 por ciento; con Calderón, 32 por ciento y la deuda de México subió de dos billones de pesos a siete billones; con Peña Nieto el peso mexicano se devaluó 40 por ciento, sucedió aquel trágico gasolinazo y la deuda superó los diez billones. Por el contrario, con Andrés Manuel el peso lejos de devaluarse se ha revaluado: de 20.25 por dólar pasó a 20 pesos por dólar y en sus primeros tres años el gobierno de la 4T pagó 851 mil millones de pesos de la deuda del FOBAPROA que Zedillo le dejó a los mexicanos.

Con AMLO, nuestro país cuenta hoy con reservas monetarias internacionales por 198 mil millones de pesos y cuenta además con una línea de crédito flexible con el Fondo Monetario Internacional por 50 mil millones de dólares. De los países miembros de ese organismo es México quien tiene su cartera de créditos más limpia.

Les sugiero a Zedillo y a Calderón que ya dejen de usar foros extranjeros para acusar a su propio país al que gobernaron muy mal. Que ya dejen de seguir traicionando a México y buscando aliados extranjeros para presionar al gobierno mexicano. Les recomiendo que aprendan un poco de respeto por México, respeto que el diputado español Gerardo Pisarello exigió para nuestro país. Algo que Zedillo y Calderón no tienen.

En una intervención en el recinto legislativo en España este diputado dijo: "...que cuando Aznar, señorías, vio que Venezuela no sería su petróleo apoyaron un golpe de estado. Cuando ustedes vieron que Bolivia no sería su litio apoyaron un golpe de estado. Cuando ven que México cuida su energía, presentan iniciativas como éstas que son ofensivas y diplomáticamente una gran torpeza para presionar al gobierno de México. Le quisieron dar unas lecciones de liberalismo, ustedes que no condenan el franquismo. Y el presidente López Obrador les dijo que ellos eran liberales, de un liberalismo social republicano, abierto a muchas empresas pero que no iban a permitir que ninguna de las grandes, se llamen Iberdrola o se llamen Aturgie, pretendan saltarse la legalidad o atentar contra el interés general".

 Luego agregó este diputado español: "Fue la misma respuesta digna que tuvo el presidente Lázaro Cárdenas sobre el petróleo en los años 40 del siglo pasado. Pero por arrogancia, prepotencia, por ignorancia, ustedes no lo ven y se equivocan porque América Latina no será su patio trasero. [...] Ahora jugar a los encomenderos, sacar a pasear los fantasmas de Cortés o de Pizarro es una torpeza a menos que quieran que se vuelva a perder más aún de lo que ya se perdió hace bastantes siglos". Hasta aquí la intervención del diputado español Gerardo Pisarello. Ojalá Zedillo y Calderón tuvieran un poco de vergüenza y de respeto por México, aunque sea un poquito, como la tiene este digno diputado español.