El Plan de Austeridad va

El Gobernador Arturo Núñez sobre la marcha ha tenido que hacer movimientos leves al timón e indudablemente la hoja de ruta ha sufrido cambios, claro sin tener que cambiar el rumbo y el puerto de destino trazado.

 

El Gobernador Arturo Núñez sobre la marcha ha tenido que hacer movimientos leves al timón e indudablemente la hoja de ruta ha sufrido cambios, claro sin tener que cambiar el rumbo y el puerto de destino trazado.

 

Núñez Jiménez fue y ha sido enfático: Gobernará Tabasco hasta el último día de su mandato constitucional, aunque su proyecto y plan presupuestal ha tenido que sufrir importantes ajustes debido a la gran crisis que los energéticos –léase el petróleo- nos han impuesto. Lo prometido sigue vigente y en práctica, hasta hoy las finanzas están saneadas, y el tan cuestionado préstamo para fortalecer el rubro de seguridad está altamente justificado

 

La crisis ha orillado a hacer recortes al recorte, lisa y llanamente así es como apremia a situación.

 

La llamada austeridad, es una apretada más de cinturón a una cintura que está al borde del colapso por compresión, sin embargo la visión entendida y clara en temas de finanzas públicas que el Gobernador Núñez tiene, hará posible que el ahorro y re direccionamiento de los recursos a los rubros más necesarios, sea una realidad tangible.

 

Los 11 puntos que conforman el acuerdo que el pasado viernes presento el Gobernador, son directrices claras y enfáticas que aplican medias de reducción de gastos en varios niveles y dependencias del Gobierno estatal, entre ellas reducción de sueldos del gobernador y titulares de las dependencias, y en consonancia con el llamado que el Ejecutivo Federal ha hecho, en Tabasco se ha atendido también el llamado incesante y correcto de la sociedad.

 

Los 600 millones a ahorrarse con esta medida, quizás sea un paliativo que los críticos ven con ojos desconfiados, sin embargo se debe recalcar que ante el ahorro del gasto federalizado por el orden de los 200 mil millones de pesos, el impacto natural y escalonado en todas la entidades del país se resentirá en los próximos meses, y ante ello tener una bolsa garantizada para amortización, permitirá tener oxígeno puro y vital para el funcionamiento de programas para generación de empleos y los programas sociales que atienden necesidades primarias en los más pobres.

 

Los ayuntamientos del Estado deberán hacer lo propio, y sobre todo con inteligencia y talento deberán auspiciar la austeridad, sin que ello signifique que se emprenda una campaña de cortes masivos de cabezas en el aparato burocrático, que aunque es cierto esta en sobrepeso crónico, es hoy un medio que da versatilidad y circulante a la economía local.

 

Lo que si toca es que se aproveche al máximo el tiempo y las capacidades de cada empleado gubernamental – Federal, Estatal o Municipal- para que los servicios y tramites que se ofrecen sean prontos y eficientes.

 

En mi Punto de Vista, los otros poderes gubernamentales deben de inmediato hacer sendos pronunciamientos y decretos viables y cumplibles, para que al unísono se manden mensajes y acciones creíbles y plausibles a la sociedad tabasqueña que lleva largo rato en esos menesteres, el del apriete de cinturón.