El transporte un tema de prioridad

Lo que se busca es que un servicio que es obligación del Estado proporcionar, sea de calidad y calidez para el ciudadano

Lo que se busca es que un servicio que es obligación del Estado proporcionar, sea de calidad y calidez para el ciudadano, que los costos sean justos en función de la inversión – costo de funcionamiento – capitalización para mantenimiento o renovación – Ganancia.

En todos estos rubros debe vigilar y coadyuvar la autoridad del ramo para que se presenten. Y es que el servicio de transporte público es una de las concesiones estatales que más dolores de cabeza da.

Un problema multifactorial que genera competencia desleal, deficiente, costosa y hasta peligrosa; se debe decir en términos simples y llanos: el Transbus fue y represento una apuesta insigne de la administración anterior, y hoy día solo quedan cascajos y una trama digna de un guion de drama y acción; y para rematar el dicho frontal, los concesionarios nomás no pudieron con el paquete, ya que la vorágine clientelar y ambiciosa, nunca dejo que se instalara una verdadera administración Gerencial y con visión netamente empresarial, donde los activos fueran siempre muy por delante de los pasivos.

Hoy se habla de que un grupo prestigioso de la iniciativa privada  y con experiencia en el ramo, le quiere entrar en serio con inversión y conducción al sistema de trasporte público Transbus, lógico es que con la mística y dinámica de negocios que siempre ha imperado en ese corporativo, pues busquen sacar mayor ventaja y seguridad a la inversión de muchos millones que van hacer, por lo que los ciudadanos detentadores de la concesión deben ponderar y sopesar bien que en estos momentos no se podría ni soñar con inyección de dinero público para un ¡nuevo! rescate del transporte, así que si es válido que se proteja el patrimonio y en muchos casos el medio de subsistencia familiar, pero lo que también debe prevalecer es la disposición a dejarse ayudar en un tema en el que siempre han fallado léase “la prestación de un servicio eficiente y de calidad”.

El reto y la habilidad que deberá mostrar el equipo que dirige el ramo para que las negociaciones lleguen a buen puerto, significara una bocanada de impulso y afiance en la carrera representativa y burocrática, y por qué no hasta política. Menudo encargo… 

Rosetas. El cobro de cuotas voluntarias en las escuelas es una práctica que a pesar de que está prohibida por ley se sigue dando sin recato, y es que las aportaciones por alumno significan una jugosa bolsa que nunca se transparenta y que por ello da para atender cuestiones menores de los centros educativos, y para satisfacer caprichos mayores de los directores o presidentes de la asociación de padres de familia, siempre ha sido esto un clamor y reclamo popular. Como en todo siempre existieron y existen honorables excepciones, y también hay constancia de casos en que el recurso permitió que muchos centros educativos tuvieran mejoras en infraestructura y equipo dignos y suficientes.

Por ello el mensaje y actuar certero de la SETAB al cesar a un director de una escuela secundaria técnica, que a pesar de que se ha dado máxima publicidad de que los cobros no se deben exigir, este se pasó por el arco del triunfo eso y decidió imponer en un cartel como requisito indispensable para inscripción el pago de 600 pesos. Así que señores directores el asunto va en serio, para muestra un ceson.