Elbita atiza el fuego

En el re fuego y festín del día del Maestro, la guerra ineludible que se ha desatado por los votos, tuvo gran contenido por el apoyo de la SNTE y la CNTE que la maestrita Delfina recibió en días pasados.

Las alianzas con la Maestra Elba Esther en los últimos tiempos se volvieron inconfesables y con un tufo de “corrupción”; antaño la poderosa estructura que significaban los docentes y que eran pastoreadas casi en su totalidad por la Maestra en desgracia, constituían uno de los activos corporativistas más solios y confiables del PRI.

En 2006 por su enfrentamiento a muerte con Roberto Madrazo, Doña Elba le dio el último empujoncito a Calderón y este le agradeció con creces la ayudadita.

Hoy Josefina Vázquez Mota hace segunda a los Priistas y descalifica el apoyo magisterial que antaño los encubro en los pinos.

En la comentocracia popular claro es, que la percepción sobre la honorabilidad de la señora Gordillo esta por los suelos, también es cierto que existe molestia y poca credibilidad por la forma en que la justicia por fin “alcanzo” a la expoderosisima lideresa magisterial “mientras sirvió a los intereses en pro del Poder, se utilizó sin reparo ni aspavientos, y nadie veía actos desleales y abusivos de la señora”.

La postura de Vázquez Mota es risible y pareciera que es más por ardor que se manifiesta, ya que si en su paso como Secretaria de Educación Federal, doña Josefina obtuvo pruebas fehacientes del hurto a los salarios de maestros ¿Por qué se quedó callada y no denuncio esto ante las instancias correspondientes?, ¿por qué hasta ahora esboza y asegura con contundencia la existencia de esos ilícitos? Y si Josefina pretende escudarse en que sus dichos se basan en los procesos penales que tiene en su contra la Gordillo, la presunta culpable, pues basta también decirle que esos asuntos están en litigio, y al parecer la defensa de Elbita, le está dando palo a las acusaciones de la Procuraduría, por lo que aún no existe ni una sola sentencia condenatoria.

También se debe enmarcar claramente, que mal hace el actual secretario de Educación del gabinete peñista, al seguirse metiendo en la lucha sucesoria del EDOMEX, y opinar de la alianza inconfesable de MORENA. ¿Acaso Nuño no debería seguir enfilando todo su tiempo y energía en hacer que por fin cuaje la tan llevada y traída Reforma Educativa?

A la alianza política entre MORENA, vía la pragmática e inocente Delfina y los allegados de doña Elba, la calificaran los ciudadanos en las urnas, y hasta ese día se verá si la estrategia fue atinada o errada si el prólogo es solo un copiar y pegar o en verdad se construye una nueva introducción, lo demás es pura pantomima y politiquería barata.

Rosetas. Al gobierno Federal le estallan los problemas a boca jarro. La definición de un país enfermo y violento contrastan con las cifras oficialistas donde la persistencia y el ímpetu de que todo va mejorando, no falta.

Desempleo e inflación, feminicidios, muertes violentas, desapariciones, ejecuciones extrajudiciales y por ende violaciones a los Derechos Humanos, ordeñas clandestinas, actos de corrupción, exgober en fuga, impunidad galopante, falta de cohesión social y un desgaste sin precedentes, son los nubarrones al que la administración federal se enfrenta día con día.

En meses pasados la amenaza que Trump represento (y sigue latente) se ha convertido en un simple día de campo en comparación con la crisis de ingobernabilidad que podría o parece ya estarse desatando. A nadie le conviene llegar a la etapa de transición con un poder ejecutivo arrinconado y un andamiaje institucional rebasado por la furia e incontinencia ciudadana. Aunque suene catastrofista, cuidado, el caos deambula sobre la orografía nacional.

Zarpazo. Su llegada era bola cantada desde hace tiempo; se necesitará todo el talento y habilidad para que en la rehabilitación se imprima ímpetu y efectividad al sector salud en el último tramo del sexenio. La historia reciente en la época de la transición no puede ni debe repetirse.