Georgina Trujillo crece en un territorio fértil: La división de las izquierdas

Georgina Trujillo crece en un territorio fértil: La división de las izquierdas

Se habla mucho en estos sobre que la nueva dirigencia priista tabasqueña de Gustavo de la Torre responde a los intereses de Gina Trujillo que con eso tiene asegurada la candidatura al gobierno del estado. Poco se habla de que sea o no sea así lo cierto es que con este movimiento al PRI tiene asegurada, por lo menos a corto y medio plazo, la estabilidad que le permita reflexionar sobre los errores cometidos y abonar el terreno para la esperanza de su resurrección. Nada está asegurado desde luego, pero lo cierto es que están mucho mejor que antes pues Miguel Ángel Valdivia daba una imagen rastrera de esa formación política que se convertía en un tapón gigantesco para aspirar a nada más que a la desaparición y a invitar a sus militantes a que “el último que salga que apague la luz”. El proceso de acoso y derribo de la anterior dirigencia ha sido una especie de guerra. El objetivo de todas las guerras ha sido siempre el mismo: buscar la paz. En la que está amaneciendo ahora en el PRI, hay algunas variantes. Antes, en las intervenciones militares morían más militares que civiles, aunque fueran más soldados que jefes. Por eso se definía la guerra como una selección al revés, que se llevaba a los más jóvenes, a los más sanos, a los más aptos, y dejaba vivos a los que no servían apenas para nada, salvo para prolongar sus vidas. Todo eso ha cambiado y en el PRI se aprecia que se está formando una mezcla de gente veterana con jóvenes que estaban deseando participar pero que por la mezquindad de los “valdivias y los Gutiérrez” no se les permitía el acceso por temor a que desplazarán a los “dinosaurios” de siempre. En ese escenario, y otros anteriores que han propiciado la situación actual del priismo en Tabasco en varios frentes, Gina Trujillo crece y se asienta dignamente como una mujer que domina el arte de lo posible. Suavizado su carácter y. limada la aspereza de la proyección de su imagen, Gina hace lo que mejor sabe hacer: Política. Hace bien las cuentas y sabe que enfrente tendrá al morenista Adán Augusto López que sin el apoyo del PRD tiene difícil ganar las elecciones. El PRD, con otro candidato que no sea Gerardo Gaudiano, tampoco se aprecia que pueda tener éxito. Y en medio queda un territorio formidable, que es el que Gina Trujillo quiere aprovechar. No está mal la estrategia que puede dar sus frutos.