La “reingeniería” ciudadana que nos ofrece Gaudiano

La “reingeniería” ciudadana que nos ofrece Gaudiano

La verdad, lo cierto, lo evidente es que Gerardo Gaudiano, a diferencia de otros visibles y posibles candidatos a la gubernatura también en la palestra, no necesita llevar acarreados a ningún lugar en donde acude. La última demostración de lo anterior se ha dado en Huimanguillo, en donde ha firmado un convenio de Colaboración con este ayuntamiento para hermanar y estrechar lazos entre los habitantes de uno y otro lugar, cosa que se hace necesaria a la vista de que los nacionalismos, en grande y en pequeño, están de moda y, por naturaleza, son excluyentes. El asunto es que estuvo la plaza llena de cientos de “huimanguillenses” deseosos de conocer en persona, y de escuchar, lo que tenía que decir Gaudiano, el joven y audaz presidente municipal de Centro que crece y crece en la simpatía de los ciudadanos sin necesidad de forzar las situaciones, ni, -como otros que todos tenemos en la memoria-, de hacer falsas convocatorias que en realidad tienen un fin eminentemente electoral. El asunto es que Gerardo además convence, lo que no pueden decir sus adversarios, alguno de pacotilla. Lo que les ocurre es que a ellos les ha sido dado el cargo por herencia, o proximidad, o por lealtad que confunden con servilismo, y ahora quieren crecer a la sombra de su padrino o jefe, sin que se les conozcan méritos que ser unos excelentes aplaudidores. En el panorama político tan revuelto que nos ha tocado vivir Gerardo Gaudiano lo que nos ofrece es sosiego. No ignoro que nadie puede dar lo que no tiene y la quietud del ánimo y la tranquilidad jamás han figurado entre las indudables virtudes de muchos de nuestros políticos de toda pelambre. No estamos atravesando un momento agradable y por eso la tranquilidad sigue siendo necesaria. No para dormirnos  porque hay que seguir despiertos. Van a pasar cosas. Además de enfrentarnos con un año más duro que el anterior, tenemos que esquivar, en la medida de lo posible, las largas discusiones sobre un asunto que debería interesar sólo a sus protagonistas pero que al final nos engancha a todos: Las elecciones y las candidaturas para el año que viene. Tal vez sea porque ahora si va en ello nuestro futuro y necesitamos una “reingeniería” ciudadana.