Noticias falsas, credulidad y desconfianza; Formación de ciudadanos contra el engaño


El “atentado” contra López Obrador; para medir el pulso público

Especialistas de medios desconfían de las lecturas de la gente común

* Apocalípticos e integrados: distinción vigente, en los medios y la política

NO EXISTE la lógica. El sentido común no es tan común. Leemos cosas como “los alemanes huyen de su país por miedo a los refugiados musulmanes”, o que “la Unión Europea aplicará normas para regular a los muñecos de nieve”. O más todavía: el presidente de Estados Unidos Donald Trump, afirma en un acto público, que en Suecia acaban de ocurrir atentados terroristas por recibir refugiados. Puras “noticias” falsas. La irresponsabilidad asume el poder y sorprende a lectores desprevenidos. Para eso han creado “NO ciudadanos”,  personas desprevenidas.

El fin de semana circuló una información sobre un supuesto atentado contra Andrés Manuel López Obrador en la Ciudad de México, aunque el líder de Morena se encontraba en Nuevo León. El presidente Enrique Peña Nieto también ha sido motivo de “noticias” falsas. Hay bromas como las del sitio de internet El Deforma que a pesar de ser evidentes absurdos llegan a ser retomadas por informativos serios…que así dejan de serlo.

Es importante insistir en el tema formación ciudadana en la era tecnológica. La razón: casi no se habla de ello. Tiempos de vértigo político requieren reflexión, toma de decisiones y vigor social desde abajo. De otro modo, la comunidad y el país se colapsan. Hay que hablar antes de la avalancha.          

LA DESCONFIANZA EN TIZOC

VARIOS especialistas de medios no confían en los ojos ciudadano para leer críticamente la realidad. Admiten la fascinación tecnológica, pero no el uso  racional de la tecnología. Escuchemos a Len Masterman: “Los medios de comunicación son en realidad algo así como una especie de enfermedad contra la que es preciso proteger a los niños. Lo que los medios infectan es la cultura en conjunto. La cultura está contaminada por las motivaciones de los anuncios publicitarios, su manipulación y explotación de la audiencia, su corrupción del lenguaje y su oferta de satisfacciones fáciles y bajas”. Allí se construye el facilismo y la propensión al engaño.  

Por otro lado, existen especialistas que ven a los medios y las nuevas tecnologías como solución mágica a los problemas. Dice Antoine Vallet: “El Lenguaje Total es un hecho, una realidad. El hombre actual, gracias a los medios de comunicación de masas, dispone no solamente del lenguaje de las palabras para poder expresarse y comunicarse, sino de otro mucho más rico y mucho más complejo, el lenguaje de las palabras, de los sonidos y de la imagen. Lo que verdaderamente se impone, como fundamento de toda acción educativa, lo que la ilumina y guía, es la conciencia previa de este hecho”.

¿Qué falta en ambas posturas? El matiz. No hay visión equilibrada de la realidad, sino posturas extremas, que recuerdan la distinción de Umberto Eco (1965) para caracterizar a los estudiosos de la cultura de masas: apocalípticos e integrados.

Para el apocalíptico no hay nada qué hacer: la degradación de la cultura es inevitable ‘gracias’ a los medios y las nuevas tecnologías. Subsiste en él un desdén elitista que, a la manera de Friedrich Nietszche, concibe un mundo para superhombres, no para el hombre. El apocalíptico pasa por alto tres aspectos vitales que distinguen a la cultura actual de corte masivo frente a culturas de épocas pasadas.

1)      La amplia posibilidad de acceso a los bienes culturales.

2)      La superación/desfase de estratos culturales claramente diferenciados. Es decir: entre individuos de distinta clase social (poder adquisitivo, estatus económico) los niveles culturales se han emparejado.

3)      La reproductibilidad en gran escala de mercancías, objetos y productos, y el abaratamiento de los precios lo que propicia (en teoría) el fácil acceso.

Como contraparte sin matiz, el integrado no tiene distancia crítica frente a los medios. Equipara de manera automática nivel cultural con nivel de acceso a los mensajes masivos. Su visión idílica le impide cuestionar el quehacer de los medios y de las nuevas tecnologías, y así niega en los hechos la posibilidad de evolución cultural, de mejoría en el funcionamiento de una sociedad.

En el campo de la política, ambas posturas insinúan que los ciudadanos son menores de edad y no están listos para ejercer su criterio. 

INTERNET Y NUEVAS GENERACIONES 

LA RED DE Internet es la referencia tecnológica del siglo XXI. Sin esfuerzo atrae a las nuevas generaciones. Pero así como no podemos negar la importancia de Internet, haremos bien en no sobrevalorar la red. Su potencial es enorme para facilitar datos, intercambiarlos, integrarlos en nuevas redes; pero Internet no resuelve problemas en cuanto a la selección de esos datos y el criterio que seguiremos para utilizarlos. Hay que utilizar la red sin despreciarla (visión apocalíptica) y sin idealizarla (visión integrada).

Pensar los medios y las nuevas tecnologías significa repensar. Veamos la postura de Kathleen Tyner en el texto “Aprender y enseñar con los medios”. Señala: “Estamos en una época de conmociones tecnológicas que ponen en cuestión la relación entre alfabetización y sociedad, quizá similar a la introducción de la imprenta. Como estamos en medio de cambios tumultuosos, nadie comprende enteramente lo que nos está sucediendo. Los profesores de medios pueden hacer mucho para explicar la relación entre alfabetización, tecnología y sociedad y para determinar el rumbo de la educación moderna”. Añado: los periodistas, actores políticos y sociales, con el uso responsable de la información, estimularán la formación ciudadana y el manejo creativo de nuevas tecnologías en ámbitos públicos.

Podríamos dar paso a una interpretación sociológica para explicar las posturas de apocalípticos e integrados. México es un país confrontado desde el 2006 electoral. Las dos posturas reflejan división social, cultural y política. Los datos están ahí,  para quien quiera analizarlos. No es grato saber que el país sigue, en tiempos duros, resucitando enconos y una lucha de intereses que desprecia el sentir comunitario.

La información no puede arrinconarse ni cancelarse por decreto en temas delicados. El secuestro de versiones le hace daño al país. Elías Canetti escribió: “El saber tiende a manifestarse. Guardado en secreto tiene que vengarse necesariamente”. Recordemos ese aforismo ante las versiones únicas para explicar problemáticas sociales. Y también ante la falsedad de noticias que se multiplicarán en días venideros. (vmsamano@yahoo.com.mx)