Para EPN ya no está en juego sólo 2018, sino que lo juzguen como Santa Anna

 

 

EN DEFINITIVA, el episodio más vergonzoso de nuestra historia nacional se registró en 1845, cuando Santa Anna como recurrente presidente de México, perdió la guerra contra los EU que lanzó el entonces mandatario James K. Polk, terminando en la venta de más de la mitad del territorio mexicano a la Unión Americana por unos miserables 15 millones de dólares.

 

NI SIQUIERA en el periodo de La Conquista, cuando España saqueó las minas de platas de México, ni cuando los franceses invadieron el país para imponer al emperador Maximiliano, México tuvo un final tan desastroso como en la guerra con los EU, perdiendo los territorios que hoy comprenden los estados de California, Arizona, Nevada, Colorado, UTAH, Wyoming y Texas.

 

POR OTRO lado, en el panteón de los presidentes “héroes” de la patria, que se han enfrentado a súper potencias mundiales y han vencido contra todo pronóstico, se encuentran Benito Juárez, que enfrentó la invasión francesa con éxito, y Lázaro Cárdenas, que impulsó la nacionalización del petróleo.

 

AHORA, a casi un siglo de la nacionalización del petróleo, las circunstancias mundiales que impulsaron el triunfo de Trump, están colocando a EPN en un lugar donde sin duda trascenderá a la posteridad como un nuevo villano tipo Santa Anna si cede a la presión norteamericana, o como un héroe a la Lázaro Cárdenas, si se planta a Trump, no deja que lo “buleen” y renegocia favorablemente el TLC.

 

COMO le sucedió a George W. Bush, un presidente mediocre que se enfrentó a una circunstancia extraordinaria con los ataques terroristas a las Torres Gemelas, y que a la postre provocó un nuevo orden mundial, la forma cómo EPN se desempeñe con Trump también generará una nueva forma de vida en México, favorable o desfavorablemente.

 

POR LAS prioridades de Trump y su propio temperamento, el TLC como lo conocemos está muerto, y se renegocie o se rompa el acuerdo, antes que termine la presidencia de Peña habrá una nueva realidad económica nacional, con un nuevo tratado comercial o sin él.

 

EL ULTIMO presidente que enfrentó una circunstancia externa de similar magnitud fue Zedillo con la crisis del 94, cuando se estaba estrenando precisamente el TLC, lo que permitió en gran medida construir los pilares de la globalización que hoy Trump quiere frenar.

 

EN ENTREVISTA ayer, el secretario de Economía Idelfonso Guajardo no descartó que si los términos del nuevo TLC no favorecen a México, el país se retiraría de la mesa, recordando que entre EPN y el presidente chino, Xi-Ping hay una buena amistad, e incluso una intención que China sustituya como súper potencia a los EU en el TPP.

 

ANTES que se celebren las elecciones presidenciales, EPN habrá tenido éxito o será un fracaso en las negociaciones con Trump, lo que no solo influirá en el ánimo electoral, sino en el juicio histórico de su administración, donde incluso será tomado como referencia mundial por su habilidad o torpeza.

 

SI EPN, con una habilidad que demostró en el Pacto por México pero que ha perdido últimamente, renegocia un TLC con mejores términos para el país, el peso se fortalecerá, la inflación disminuirá y el comercio internacional, el empleo y el crecimiento del PIB aumentarán.

 

PERO si EPN, por errores en su temperamento, por ser demasiado suave, por no “incomodar” al monstruo Trump cede y cede, o peor si rompe el TLC sin un tabla de salvamento y por ello el dólar se dispara aún más y caemos en recesión, lo de menos será que el PRI pierda Los Pinos, sino que Peña lo juzgarán en el panteón de los villanos, donde está Salinas, Díaz Ordaz y Santa Anna.

 

HOY por hoy, aunque EPN esté muy mal calificado, hay una especie de tregua entre los mexicanos, que esperan que su presidente se plante a Trump, que no se deje intimidar, y que con firmeza y respeto, cambie la visión del magnate para con México, que sin duda se encuentra muy distorsionada.

 

SI EPN muestra “huevos” ante Trump, que es la principal exigencia ciudadana, veremos una pronta recuperación en encuestas; pero si EPN toma el mismo discurso conciliador y retórico que en la visita de Trump a México el año pasado, y por lo tanto el país se siente “humillado” ante el nuevo presidente de EU, no habrá poder humano que salve al priista de la desgracia histórica.

 

ENSALADA

 

DE POLLO.- Ayer el INEGI reveló que la inflación se disparó la primera quincena de enero, un obvio efecto del gasolinazo pero también del encarecimiento del dólar.

 

DE HUEVO.- Ahora se espera que la SHCP publique los nuevos precios de la gasolina, que ante la animosidad del tema, se espera que no modifiquen, o de lo contrario podrían regresar los saqueos y marchas.

 

 

 

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