Para Tabasco, los desastres de Colombia, Perú y Paraguay, como lección y advertencia

Para Tabasco, los desastres de Colombia, Perú y Paraguay, como lección y advertencia

*Niño Costero, un fenómeno que agudizó los efectos de la erosión

*Ganadería intensiva, desertificación, ocupación de zonas de riesgo

* Reforma y modelo educativo, el poder y una década por delante  

A FINALES de febrero de este año, intensas lluvias y deslaves afectaron la zona central de Chile; hubo erosión en los valles precordilleranos cercanos a Santiago (la capital). Desde principios de 2017, diversas regiones de Argentina están inundadas. Más de 2 mil casas destruidas y 7 mil evacuados. Ecuador también estuvo bajo los efectos del “Niño Costero”, sin embargo oficialmente fue el país que logró mitigar las crecientes con una “megaobra” de 57 millones de dólares. Perú y Colombia tienen un balance trágico.

Se calcula que más de un millón de personas resultaron afectadas, sobre todo en las zona rurales del cono sur. En Perú, hay un estimado de más de cien muertos y 140 mil damnificados. Las imágenes de las avalanchas de lodo y piedra que arrastraban personas, afectaron a muchas áreas y dañaron numerosas viviendas, son estremecedoras. Sólo son superadas con lo sucedido en Colombia, en la región de Mocoa –ubicada en la selva amazónica, frontera con Ecuador-; más de 250 muertos, 400 heridos y un pueblo destruido.

Este recuento es incompleto, pero pretende ilustrar la catástrofe padecida sobre todo en la costa del Pacífico Sur por el denominado “Niño Costero”, un fenómeno que se manifestó en diciembre y durante los tres primeros meses de este año. El calentamiento inusual del mar provocó intensas lluvias. Fue precedido de una intensa sequía.

UNA FRANJA DE RIESGO

JUNTO al llamado de solidaridad con los pueblos afectados, lo sucedido en la franja del Pacífico Sur –y que otras veces ha afectado a un amplio sector de la Amazonía- tiene que ser otro llamado de atención para regiones vulnerables (o más vulnerables) al cambio climático.

En relación a lo sucedido en Colombia, el director de la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Sur de la Amazonía (Corpoamazonía), Luis Alexander Mejía, dijo al diario El Espectador (Bogotá): “hace nueve meses, cuando hicimos un taller con el Servicio Geológico Colombiano, advertimos que esto podía pasar por el uso inadecuado de los suelos que agrava este tipo de eventos”.

Se ha puesto énfasis en que Mocoa, la ciudad destruida, es una urbe construida en 1630 (la primera fue fundada en 1563), en la falda de una montaña, cerca de la confluencia de tres ríos. Pero no se puede ignorar que a la falta de planeación urbana ha seguido también la depredación por motivos de lucro. En la zona –como en muchas otras- se ha vivido una deforestación extrema asociada a la ganadería extensiva, asentamientos irregulares y ocupación de áreas inundables.

Un caso verdaderamente dramático e irresponsable es el de Paraguay, que el año pasado sufrió graves daños por las inundaciones incluso en la ciudad capital, Asunción. De acuerdo a la agencia EFEverde, ese país conosureño es uno de los cinco países con mayor deforestación, junto a Malasia, Indonesia, Guatemala y Camboya.

De acuerdo a la FAO de Naciones Unidas, ese pequeño país latinoamericano pierde cada año unas 325 mil hectáreas de masa forestal; se talan 27 hectáreas de vegetación cada hora. Un altísimo costo para convertir a Paraguay en el quinto exportador mundial de carne bovina y el cuarto de soya.

Contrario a lo que podía pensarse –y esta es otra lección que no debemos olvidar-, la explotación intensiva y extensiva del campo, el aumento en los riesgos territoriales, no se compensa con el desarrollo para la población: casi la cuarta parte de los casi 7 millones de habitantes paraguayos vive en la pobreza.

Como usted seguramente ya ha observado: no hay catástrofes naturales, sino fenómenos naturales que convertimos en catástrofes por descuido o ambición.

EDUCACIÓN Y MODELO

EN DICIEMBRE de 2013 fue aprobada la polémica Reforma Educativa, como parte de una serie de “reformas estructurales” que el nuevo gobierno de Enrique Peña Nieto promovió dentro del Pacto por México. Sólo hasta finales de 2016 disminuyeron un poco las protestas de un sector del magisterio. En julio del año pasado, el titular de la SEP, Aurelio Nuño, anunció que se sometería a consulta el “nuevo modelo educativo”. Dijo entonces que este plan comenzaría a aplicarse, una vez aprobado, en el ciclo escolar del 2018-2019.

Ayer en Tabasco los gobernadores de la región Sur Sureste (con excepción de los de Oaxaca y Guerrero, que no acudieron “por problemas de agenda”) firmaron un denominado “Acuerdo Tabasco”, en Villahermosa, que según dijeron busca “respaldar al nuevo modelo educativo, poner en orden plazas docentes y su correcta asignación, y la inclusión de migrantes en retorno”. Este último aspecto como respuesta a la masiva expulsión de mexicanos de Estados Unidos.

También asumieron el compromiso de fortalecer la depuración y consolidación de la nómina, un proceso que llevará a decisiones de carácter político, sobre todo si tomamos en cuenta la manera como los sindicatos magisteriales estuvieron integrados en las decisiones administrativas y de manejo presupuestal.

En este sentido, el gobernador Arturo Núñez sostuvo que la depuración de la nómina permitirá poner en orden las plazas docentes de manera que todas estén al servicio de la función educativa, y no en tareas administrativas. O de carácter político, agrega el columnista. También se comprometió, juntos con los mandatarios asistentes, a que la asignación de las plazas responda a los principios de legalidad, certeza, imparcialidad, objetividad, transparencia y rendición de cuentas.

Durante el encuentro con los gobernadores del Sur-Sureste, el secretario Nuño Mayer admitió que la aplicación del “nuevo modelo” es de largo plazo, ya que podría llevar más de una década. Sin duda que uno de los obstáculos que deberán enfrentar es la limitación presupuestal, sin contar con que es necesario asumir las disparidades y diferencias regionales.

Discutir el modelo educativo es también revisar el modelo de país. Como le decía ayer, precisamente la educación será uno de los temas centrales en el próximo debate rumbo a las elecciones presidenciales del 2018. Su futuro depende del propósito de Nación que tenga quien asuma el gobierno de la República.

AL MARGEN

VARIAS interrogantes despertó el comentario del dirigente estatal de Morena, Adán Augusto López, sobre presuntos encuentros con José Antonio de la Vega. Los dos son aspirantes a la candidatura al gobierno estatal. Hubo reiteración y desmentidos. En política los dichos cuentan, y mucho. (vmsamano@yahoo.com.mx)