Salomón Azar: La tradicional “Carreta” priista a todo lo que da

Los iniciados de la política en Tabasco saben muy bien de que se trata, y casi todos ellos han probado sus contundentes golpes psicológicos. “Hacer la carreta” es un producto estrictamente local, ¡choco puej!, cuyo creador, ahora aparentemente muy viajero aunque abreva en las fuentes priistas de Villahermosa continuamente, es ampliamente conocido en el bajo mundo de los “cuartos de guerra” por sus siglas AM. Se trata de convertir al adversario en enemigo cuando afecta los intereses personales, o de grupo, de forma determinante, principalmente cuando su honra es intachable disfruta de credibilidad. Una vez adquirida la condición de “objetivo” los golpes se lanzan por todos los medios y desde luego sin ningún tipo de escrúpulos. Todo vale: prensa, radio, televisión, redes sociales y chismes, muchos chismes, en el entorno social y político del afectado, con abundante munición de chistes y “memes” y descalificaciones inmisericordes, en su mayoría poniendo en duda su sexualidad, la de su esposa/o, hijos, padres y nietos. Lo que sea necesario. La cuestión es destrozar su honra afectando a cualquier patrimonio que tenga el “objetivo”, ya sea moral o de bienes inmuebles o negocios. Cuando se le hace “La Carreta” a alguien se persigue la destrucción total, la desestabilización psicológica y afectiva, la ruptura de su mundo inmediato de familia, amigos o conocidos. Desde luego se le inventa todo lo necesario y si hubiera algo real que atacar esto se convierte en el tronco desde el que partir para construir todo un mundo de ramas envenenadas que cobijen para siempre la fama pública del personaje afectado. Una tragedia para quien sufre este tipo de agresión que por cierto no tiene una definición concreta en el código penal ya que se ejerce con variadas figuras penales que por separado son menores, pero en conjunto pueden causar graves enfermedades emocionales que pueden tener fatales consecuencias si el sujeto es débil de carácter. Por poner un ejemplo cercano, a Jorge Salomón Azar, delegado especial priista en Tabasco, desde la cúpula de los dinosaurios tricolores, con una Estrategia Integral de Comunicación, le están haciendo “La Carreta” con gran éxito, a la vista de todos, sin piedad, con alevosía, ventaja y nocturnidad. Quieren que se vaya de Tabasco ya para que ellos, sin mirones, y con las tretas locales ya conocidas, apoderarse del PRI para ordeñar hasta la última gota que pueda dar esa vaca famélica.