Salto mortal con éxito de un equilibrista nato como es Andrés Manuel López Obrador

Salto mortal con éxito de un equilibrista nato como es Andrés Manuel López Obrador

El ex presidente del gobierno de España, Felipe González, es asesor estrella de nuestro empresario estrella, Carlos Slim, que siempre se rodea de los mejores analistas de todo el mundo. González conoció a Andrés Manuel López Obrador cuando este era Jefe de Gobierno de la ciudad de México y comentó públicamente que para él era sorprendente que un político le hiciera la agenda diaria a los medios de comunicación y que no conocía un caso similar en el planeta. En esa época AMLO hacía conferencias de prensa a las seis de la mañana, todos los días, y era un espectáculo ver cómo le daba la vuelta de denuncias contra su ejercicio en el poder y siempre, siempre, salía ganando con un aumento de la popularidad que llegó a estar en las nubes, aunque luego con las marchas y el cierre de la avenida Reforma, cuando aseguraba que le habían robado las elecciones a Presidente de la República, se fue al suelo su prestigio en la capital política de México. Lo cierto es que en aquellos tiempos llegó a dominar a la opinión pública y lo más difícil: A la publicada. Los medios se entregaron a ese comunicador nato, que hablaba en el lenguaje del pueblo, con su mismo “slang” y por eso le entendían y se lo apropiaban como algo, alguien, suyo. Después de ver cómo ha manejado su más peligroso “resbalón”, hasta ahora, como es el del video de Eva Cadena, ex diputada local veracruzana de MORENA, y “embilletada” hasta el cuello, con 500 mil pesos en efectivo que según dice ella misma era para AMLO, hay que quitarse el sombrero y decirle a Andrés Manuel “Chapeau”. Me descubro, me rindo ante su talento como creador propagandístico y su capacidad de convencimiento. Con una declaración de AMLO diciendo que era “un cuatro del gobierno federal” porque él es el puntero en las encuestas, con la renuncia de la ex diputada Cadena y su apoyo a la versión del jefe con lo del cuatro, ahora resulta que lo que era un delito evidente de lavado de dinero de MORENA, se ha convertido en una maniobra de guerra sucia del PRI y del PAN que en un “complo” conjunto pretender socavar la popularidad del líder mesiánico. Si bien a partir de ahora en MORENA ya no se podrá recaudar fondos en efectivo, y en lo oscurito, sin tomar todas las precauciones del mundo, no es menos cierto que AMLO salió indemne del asunto. Un verdadero salto mortal de un equilibrista nato como es Andrés Manuel López Obrador.