Solo por los peces gordos

Solo por los peces gordos

El creador de la honestidad valiente y férreo perseguidor del cáncer de la corrupción está empecinado en demeritar las aprehensiones “chiquitas” según su óptica, y por ello denosta a diario la actuación del brazo legal del Estado en la detención de los “chivos expiatorios”.

AMLO quiere la cabeza de Salinas, Calderón, Fox y Enrique Peña para saciar su visión de combate a la corrupción, y más aún en su escenificación perfecta de la justicia pretende que en las urnas por la eternidad el pueblo pulverice al PRIAN claro está dándole todos los votos a la MORENA que encabeza, fuera de ese contexto las demás detenciones son pura pantomima de no presentarse la caída de los peces gordos y hasta la pérdida del registro como partidos si se puede, casi nada pues.

Se ha repetido hasta el cansancio que para un hombre sobreexpuesto en la vida política de este país, es plausible que no se le haya encontrado ya un solo ápice de corrupción en su curricular burocrática, y también es una realidad que el grueso poblacional no cree ya en nada de lo que las autoridades anuncian, vociferan y pregonan, ante ello AMLO ve un caldo de cultivo para que su discurso monótono y recurrente haga explosión y genere un antibiótico popular que repudie y extermine a la “Mafia del Poder”.

AMLO si ha contribuido a lo largo de los años que lleva caminando, a que el desgaste de la figura Presidencial sea tangible (claro los inquilinos de los pinos han hecho méritos y esfuerzos para ello), por ello hoy tenemos a un mandatario que no conecta en los hechos ni en el discurso con sus gobernados, ello derivado por el rasero que entablo en el asunto de la Casa Blanca, o por la misteriosa cerrazón al asunto de los sobornos en PEMEX por parte de la empresa brasileña odebrecht, por citar algunos ejemplos.

En cuanto al líder de MORENA resalta también que a lo largo de su caminar algunos de sus cercanos han sucumbido a las tentaciones oprobiosas del dinero mal habido, y el tabasqueño se ha desentendido de ellos alegando planes para perjudicarlo, en lugar de coadyuvar con las autoridades competentes para castigar a esos corruptos con lo que en varias ocasiones compartió el pan y la sal.

Peligrosa es la creencia y forma de acción que cultiva el aspirante más aventajado rumbo al 18, ya que al parecer solo perseguiría al que según sus canones sea líder de una pandilla saqueadora, otorgando amnistía a los parásitos que colateralmente sean salpicados.

Rosetas. La publicación del decimoquinto levantamiento de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) realizada por el INEGI, resalta que durante marzo de 2017 el 72.9% de la población urbana de 18 años y más consideró que vivir en su ciudad es inseguro, el segundo nivel más alto del que se tenga registro desde septiembre de 2013, ósea impera una percepción angustiosa y acechante.

La cosa se pone color de hormiga, al arrojar el resultado de que en Villahermosa la “percepción” ciudadana de inseguridad coloca a la Esmeralda del Sureste en el mismísimo segundo lugar nacional, solo después de Ecatepec de Morelos en el Estado de México.

Otro dato de relevancia es que a nivel nacional en la expectativa social sobre la seguridad pública, el 36.8% de la población de 18 años y más residente en las ciudades de interés consideró que en los próximos 12 meses la situación de la delincuencia en su ciudad seguirá igual de mal, aumentando un 2.2% respecto del trimestre del año anterior, y un 33.8% de la población mencionó que la situación empeorará en los próximos 12 meses. En números cerrados un tercio de la población vive con la angustia “perceptiva” de que algo malo le puede suceder en la ciudad donde vive.

Toma mayor relevancia este dato, y más en el caso de Villahermosa ya que en días pasados el alcalde Centreco anuncio que gracias a su atinada gestión ha logrado que en próximos días lleguen a las calles de la ciudad cinco nuevas patrullas que sin duda contribuirán a fortalecer el capital humano y de infraestructura que los encargados de la seguridad pública requieren. El combate a la inseguridad es una labor conjunta que gobiernos y sociedad deben amalgamar, donde cada uno debe hacer su parte sin cortapisas ni titubeos, solo así se lograra alcanzar un estado de bienestar y paz social.

Zarpazo. Bien hace la secretaria de Salud en ponerse las pilas ante la detección de dos casos de Paludismo, una enfermedad que por años ha mantenido en el status de erradicada.