Una política que enseñe a los ciudadanos; necesario recuperar la capacidad del Estado

Una política que enseñe a los ciudadanos; necesario recuperar la capacidad del Estado

*Núñez y la pedagogía social desde el gobierno; el otro magisterio

*Lograr que el pueblo haga suya la acción transformadora: Ortega

*Frente a la violencia y la impunidad, un tribunal penal internacional

HACER de la política una pedagogía social. Este concepto lo escuché recientemente por lo menos desde dos tribunas. Lo expresaron los impulsores del Movimiento Nosotros, entre ellos Mauricio Merino, quienes dieron a conocer una iniciativa por la vigencia del Estado de Derecho. También lo expresó, palabras más palabras menos, el gobernador tabasqueño Arturo Núñez en el acto del Día del Maestro.

El concepto de “pedagogía social” nos remite al filósofo español José Ortega y Gasset. ¿Qué tiene que ver esto con la realidad cotidiana?, podrían preguntar y con razón algunos de mis hipotéticos lectores. Creo que mucho.

En marzo de 1910, durante su conferencia sobre “La pedagogía social como programa político”, afirmó Ortega y Gasset: “Si educación es transformación de una realidad en el sentido de cierta idea mejor que poseemos y la educación no ha de ser sino social, tendremos que la pedagogía es la ciencia de transformar las sociedades. Antes llamamos a esto política: he aquí pues, que la política se ha hecho para nosotros pedagogía social y el problema español un problema pedagógico.”

Cambiemos la referencia a España por México y más concretamente por Tabasco. Tenemos un problema de educación, que tiene que ver necesariamente con la política. No sólo la política pública –referida a los programas y objetivos de gobierno-, referida a la conducta de los actores políticos, de los personajes de esta obra.

Decía Ortega y Gasset: “Lograd que en un pueblo un buen número de vecinos llegue a amar, por ejemplo, los nuevos métodos de cultivo; que lleguen a ver en la mejora científica de sus campos una gran obra a realizar: pondrán manos y corazón al trabajo…” Conseguir que la gente haga suya la acción transformadora.

DIAGNÓSTICO Y SOLUCIÓN

AQUÍ en Tabasco, Núñez comparó la actividad de los profesores con la actividad de los políticos, o el ideal de lo que debería ser. Afirmó ante los docentes tabasqueños: “siempre he dicho que mi segunda vocación después de la política es la docencia: si no fuera político me hubiese gustado haberme dedicado de tiempo completo a la docencia, ser uno más entre ustedes, porque enseñar, transmitir conocimiento, informar y formar a las nuevas generaciones, es una gran responsabilidad personal, profesional y social”.

Y abundó: “Como la vida lo obliga a uno por razones de tiempo a optar por una de las vocaciones que tiene, me dediqué a la política, pero de todas las concepciones de la política, la que más he asumido, es una postulada por el escritor y gran ensayista español José Ortega y Gasset, quien decía que “la política debía ser pedagogía social”, porque hay que orientar, hay que informar, hay que formar a la opinión pública, haciéndole el diagnóstico de los problemas que vivimos y planteando las diversas alternativas para resolverlos, y en eso me he empeñado”.

El político en el gobierno, podrá coincidir el lector, asume la doble responsabilidad: el diagnóstico y la aplicación de las soluciones.

Para Núñez “el antídoto contra la pérdida de valores, es la educación”. La buena educación, el buen gobierno y la acción en el núcleo familiar.

En otra vía, no desde los partidos ni desde el poder, el colectivo “Nosotros” anunciado por Mauricio Merino se plantea la acción política como una pedagogía social, de transformación del sujeto en ciudadano. Que la población se asuma con sus derechos también responsabilidades.

En su convocatoria destacan la importancia de “dignificar la política que nos pertenece, a exigir cuentas claras, a impedir el abuso y el atropello de nuestros derechos, a trabajar por la igualdad y a combatir la impunidad y el cinismo de negligentes y corruptos”.

Cierto que esta formación, la del conocimiento de las leyes, los derechos y obligaciones, debería ocurrir en todo el proceso de educación que no se limita a la escuela, pero donde transcurre de manera sistemática.

Anotó Merino Huerta: el ciudadano debe convencerse de que es el titular de la soberanía. Si esto se comprende, afirmó, estaremos ante el inicio de “la revolución de las conciencias”.

AGRESIÓN A PERIODISTAS

COMENTÉ apenas el lunes que estábamos ante una serie de signos sobre cómo los delincuentes –organizados o desorganizados, de cuello blanco o cuello sucio-, habían decidido retar al Estado. Corrijo: están retando a la sociedad en su conjunto. El asesinato del periodista Javier Valdez, le decía ayer, debe marcar un punto final a esta sangría permanente. Así lo manifestaron también decenas de periodistas, intelectuales, artistas y población en general, en sus protestas del martes y miércoles.

Ayer el presidente Enrique Peña Nieto se comprometió a combatir la impunidad en el homicidio de periodistas. Seguramente será un tema central en la reunión de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) en materia de seguridad. Peña Nieto tuvo previamente un encuentro urgente con algunos de los mandatarios. Veracruz, Oaxaca, Chihuahua, Tamaulipas y Guerrero, son las cinco entidades del país con más homicidios contra comunicadores.

Entre las acciones anunciadas por Peña Nieto están el fortalecimiento de la estructura y el presupuesto de protección de periodistas y defensores de derechos humanos; también una coordinación nacional para reducir las situaciones de riesgo en los comunicadores.

Para los periodistas las medidas son insuficientes. Carmen Aristegui retomó una propuesta de una medida que va siendo cada vez más necesaria: que organismos internacionales con imparcialidad y con probado profesionalismo se hagan cargo de la investigación contra los agresores de periodistas, y también de activistas sociales.

Aquí recordaría aquella propuesta que incomodó al gobierno mexicano y que seguramente molestaría a nuestro nacionalismo de no estar padeciendo las circunstancias actuales: Roberto Scarpinato, el Fiscal de Palermo, Italia, sugirió que en México se instalara un tribunal penal internacional patrocinado por la ONU, para que intervenga ante “los crímenes contra la humanidad que son cometidos” en este país.

Esto lo dijo Scarpinato en marzo del año pasado. Sabe de lo que habla. Es unos uno de los líderes históricos de la lucha antimafia en Italia.

Un modelo de este tipo de tribunal ya funciona, y muy bien, en Guatemala. Hay que reconocer nuestras debilidades y afrontarlas. (vmsamano@yahoo.com.mx)