La era digital nos ha alcanzado, para nuestro bien o para nuestro mal, nos absorbe como agua al algodón, nos atrapa como peces en las redes, sin importar género, raza, color y edad.

Nuestro mundo se ha convertido en lo digital, salir de ese lugar resulta imposible. La actualidad demanda dicho cambio, se necesita adaptarse a las actualizaciones y circunstancia del momento, son generaciones millenials que acaparan y gobiernan a ese mundo digitalizado. Tener un celular en la mano ya no es novedoso, como también caminar en la calle escribiendo y conversando vía telefónica.

Descuidamos el sentido humano mediante llamadas o mensajes de textos, así como descuidamos la importancia de fijarnos al cruzar las calles o avenidas de la ciudad, que un teléfono móvil no sea parte de una catástrofe humana.