De la costa a la ciudad. ¡Oaxaca se disfruta rentando un auto!

Oaxaca es un lugar que se vive con todos los sentidos. No importa cuántas veces lo visites, nunca se recorre igual. Cambia con la temporada, con la hora del día y con cada pueblo al que llegas.

Todo aquí se mezcla de forma natural. La selva, las montañas que tocan las nubes, las playas abiertas, las tradiciones, las lenguas originarias y una cocina que siempre está viva.

Más que un destino, Oaxaca es una combinación de paisajes, sabores y caminos que invitan a tomarse el tiempo. Quienes se animan a ir más allá de lo típico descubren historias en cada curva, sorpresas en cada rincón y una forma única de conectar con lo auténtico.

Comienza tu viaje desde que aterrizas

Apenas bajas del avión, ya puedes empezar con la aventura. Tanto en el aeropuerto de Huatulco como en el de Oaxaca, hay agencias de renta de carros muy confiables que te permiten recoger el coche ahí mismo, sin complicaciones.

Puedes elegir entre distintas categorías, desde un auto compacto ideal para moverte fácil por la ciudad, hasta SUV y camionetas cómodas si vienes con familia o amigos. Todo depende de cómo quieras viajar, y lo mejor es que puedes hacer tu reserva con anticipación por internet o desde la app de la agencia.

El proceso para rentar es rápido y los requisitos son muy sencillos:

●     Tener al menos 18 años. Si tienes menos de 25, algunas agencias pueden aplicar un cargo adicional.

●     Contar con una licencia de conducir vigente con mínimo 2 años de antigüedad.

●     Presentar una tarjeta de crédito o débito bancaria para hacer el pago

●     Tener una tarjeta de crédito a tu nombre para hacer el bloqueo como garantía.

Empieza tu ruta en el Valle Central y deja que Oaxaca te sorprenda

Si tu vuelo llega al aeropuerto internacional de Oaxaca, tienes la suerte de estar muy cerca de algunos de los lugares más representativos del estado.

A solo 20 minutos del aeropuerto está el centro histórico de Oaxaca de Juárez, ideal para dar una primera vuelta por el andador turístico, visitar el Templo de Santo Domingo o comer en alguno de los mercados como el 20 de noviembre. Pero si lo que quieres es salir de lo típico desde el primer día, lo mejor es tomar rumbo al oriente, hacia los Valles Centrales.

Muy cerca encontrarás joyas como Santa María del Tule, donde puedes ver el árbol más grueso del mundo, o Teotitlán del Valle, un pueblo zapoteco donde se elaboran tapetes de lana con tintes naturales.

Desde ahí puedes seguir hacia Mitla, un sitio arqueológico lleno de historia y arte, y continuar hacia Yagul, otra zona arqueológica rodeada de cactus y formaciones rocosas que permiten una vista distinta y silenciosa del pasado prehispánico.

Con un auto a tu disposición, puedes decidir qué tanto quieres recorrer ese mismo día, a qué ritmo hacerlo y si quieres pasar la noche en alguno de estos lugares o seguir tu camino más adelante. Así, desde el momento en que aterrizas, ya estás viviendo Oaxaca a tu manera.

De Huatulco a Mazunte y Zipolite, con el mar como compañero

Si llegas por el aeropuerto de Huatulco, puedes lanzarte directo a la carretera y empezar a recorrer la costa.

En menos de una hora manejando estarás en Mazunte, un pueblo pequeño, pero con una vibra muy especial, calles tranquilas, gente amable, tiendas de productos artesanales y un ambiente relajado que invita a quedarte.

Ahí puedes visitar el Centro Mexicano de la Tortuga, conocer cómo se protege a las especies marinas y hasta ver liberaciones si estás en temporada, que normalmente es de agosto a diciembre. También puedes caminar hasta Punta Cometa, un mirador natural donde el atardecer se vuelve una experiencia mágica frente al mar abierto.

Muy cerca está Zipolite, donde el ambiente es aún más libre y bohemio. Puedes pasar el día tomando el sol, darte un masaje frente a las olas, tomar una clase de yoga o simplemente caminar por la orilla sin preocuparte del tiempo.

Al ir en tu propio coche puedes parar en playas como San Agustinillo, donde el oleaje es más suave y perfecto para nadar o tomar algo en un café frente al mar. También puedes buscar restaurantes locales donde sirven mariscos frescos, con el sonido del mar de fondo.

Sube a San José del Pacífico y cambia de paisaje

Después de días de sol, mar y arena, es momento de cambiar completamente de escenario. Desde la costa, puedes tomar la carretera hacia la Sierra Sur y subir hasta San José del Pacífico, un pequeño pueblo entre las montañas, a más de 2,500 metros de altura.

El camino es serpenteante y estrecho, pero las vistas valen cada curva. Verás la niebla cruzar entre los árboles, miradores naturales con vistas al abismo verde y casitas perdidas entre el bosque. Rentar un auto te permite recorrer el lugar y hacer paradas cuando lo necesites, tomar fotos o simplemente respirar aire fresco en lo alto de la sierra.

Ya en San José del Pacífico, el clima es frío y envolvente, ideal para abrigarte, descansar y reconectar contigo mismo. Puedes hospedarte en una cabaña con chimenea, pedir un temazcal en alguna de las posadas o probar un té de hierbas mientras ves cómo la neblina entra y sale entre los pinos.

Si lo tuyo es caminar, hay senderos que te llevan por el bosque nublado, ideales para desconectarte del ruido y escuchar solo la naturaleza. Subir a San José del Pacífico en coche te permite disfrutar de cada detalle, y seguir descubriendo lugares increíbles. 

Oaxaca no se vive a medias. Es un destino que se entrega completo, con sus sabores intensos, su gente cálida, sus caminos que cambian de paisaje en cuestión de kilómetros.

Tiene esa magia de sorprenderte justo cuando crees que ya lo has visto todo, de llevarte de lo profundo de la sierra al brillo del mar sin perder su esencia. Aquí, cada trayecto es parte de la experiencia, y cada parada cuenta una historia distinta.

Por eso, si quieres recorrerlo con libertad, a tu ritmo y sin dejar fuera ningún rincón, lo primero que necesitas es alquilar el auto perfecto. Ese que te acompañe en cada aventura, que te dé la tranquilidad de moverte sin depender de nadie y te permita armar tu propia ruta. Oaxaca está lista para mostrártelo todo. Solo hace falta que tomes el volante.