Sandía, defensa contra el cáncer
Además es perfecta para hidratar y recuperarte del cansancio físico
La sandía, también llamada patilla o melón de agua, es conocida por ser una de las frutas más recomendadas en las dietas, al estar conformada por más de un 90% de agua, sólo aporta 20 calorías por cada 100 gramos.
Según un estudio del American Institute for Cancer Research (AICR), el consumo de sandía puede ayudar a reducir hasta en un 20% el riesgo de desarrollar esta enfermedad.
Desempeña un importante papel en la lucha contra del cáncer, incluso si ya se padece la enfermedad; además que puede retardar el crecimiento de tumores ya desarollados.
Esta jugosa fruta es rica en licopeno, un pigmento vegetal que le otorga su característico color rojo brillante, el cual es un poderoso anticancerígeno.
Este compuesto protege a las células contra el daño de radicales libres, lo que previene varios tipos de cáncer como el de próstata, de mama, de útero y de pulmón.
Cómo consumirla
Sus efectos antioxidantes aumentan conforme la sandía madura, así que es recomendable consumirla en su punto.
Para comprobar su estado debemos fijarnos en su peso, escoge sandías de un tamaño parecido y prefiere la más pesada, será la más madura.
También puedes darle una palmada y si se oye hueca, estará lista para que la consumas.
Comiendo regularmente esta fruta no solo te protegerá contra el cáncer, también mantendrá la salud de los tejidos de tu organismo, evitando el envejecimiento prematuro.