Exhorto a UNAM por cultura de paz

HAY QUE CEDER

Ante los recientes actos de violencia registrados en diversos planteles de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Congreso de la Ciudad de México aprobó un punto de acuerdo para exhortar al rector Leonardo Lomelí Vanegas a implementar acciones integrales que fortalezcan la cultura de paz y el tejido social en la comunidad universitaria.

La propuesta fue presentada por la diputada local Valentina Batres Guadarrama, quien subrayó que la cultura de paz debe ser vista como una herramienta fundamental para prevenir conflictos violentos, fomentar la empatía y promover la resolución pacífica de diferencias.

"No se trata solo de evitar la violencia, sino de construir entornos justos, incluyentes y respetuosos de la diversidad", afirmó la legisladora.

El exhorto se da en medio de una crisis de seguridad que ha conmocionado a la comunidad universitaria. El caso más reciente ocurrió el 22 de septiembre, cuando un estudiante del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Sur fue asesinado por otro alumno dentro del plantel, tras una agresión con arma blanca.

Este hecho se suma a otros episodios violentos en años recientes, como el enfrentamiento entre presuntos grupos porriles en el CCH Naucalpan en mayo de 2024, que derivó en la muerte de un estudiante de la FES Acatlán por paro cardiaco. En respuesta, estudiantes tomaron el plantel durante 12 días para exigir mayor seguridad.

Además, se han reportado amenazas de bomba y agresiones en facultades como FES Acatlán y CCH Vallejo, lo que ha generado temor entre estudiantes y docentes, quienes demandan filtros de seguridad, protocolos de emergencia actualizados y atención psicológica especializada.

Batres Guadarrama destacó que el enfoque de cultura de paz debe incorporar la perspectiva de juventudes, reconociendo a los estudiantes como agentes activos de cambio social.

"No deben ser vistos como problema, sino como parte de la solución", señaló.

También propuso incluir el respeto a la neurodiversidad como parte de las políticas educativas, considerando condiciones como el autismo, TDA, dislexia o bipolaridad como variaciones naturales del funcionamiento cerebral. Combatir el estigma, fomentar la empatía y garantizar igualdad de oportunidades para personas neurodivergentes debe ser parte integral de la estrategia institucional.

• El punto de acuerdo aprobado por mayoría en el Congreso capitalino reconoce la autonomía universitaria, pero insiste en la corresponsabilidad institucional frente a la violencia. Se solicita que las acciones incluyan cursos, talleres, conferencias y espacios de diálogo que involucren a estudiantes, docentes y familias, con el objetivo de reconstruir el tejido social y garantizar entornos seguros.

Hasta el momento, la UNAM no ha emitido una postura oficial sobre el exhorto, aunque en comunicados previos ha reiterado su compromiso con la convivencia armónica, el respeto a los derechos humanos y la atención a las demandas estudiantiles.