La NASA anunció un descubrimiento revolucionario sobre Titán, la mayor luna de Saturno y el segundo satélite más grande del sistema solar, que cuestiona décadas de teorías sobre un vasto océano subterráneo de agua líquida.
Análisis actualizados de datos de la misión Cassini revelan un interior viscoso compuesto por capas de hielo semiderretido, aguanieve y pequeñas bolsas de agua tibia cerca del núcleo rocoso, un entorno que no descarta la vida microbiana, sino que podría favorecerla al concentrar nutrientes en espacios confinados.
- Titán, solo superada en tamaño por Ganímedes de Júpiter, es única por sus ciclos hidrológicos activos basados en metano: lluvias, ríos, lagos y dunas que evocan una Tierra primitiva.
Su superficie, a -179°C, está cubierta por una gruesa corteza de hielo bajo la cual científicos postularon durante años un océano global de agua líquida, potencial hábitat para vida extraterrestre. Esta hipótesis, impulsada por observaciones iniciales de Cassini (2004-2017), generó entusiasmo astrobiológico, pero un estudio publicado esta semana en Nature la redefine por completo.
El nuevo modelo surge de un análisis refinado de datos Doppler y barridos de radiofrecuencia recolectados en 2008, cuando Cassini midió la deformación tidal de Titán inducida por la gravedad de Saturno.
Los investigadores detectaron un retraso de 15 horas en la respuesta de la luna a su órbita elíptica, señal de un interior no fluido, sino viscoso –similar al hielo marino ártico o acuíferos terrestres–, con capas de hielo blando intercaladas por aguanieve y bolsas calientes de hasta 20°C cerca del núcleo.
Julie Castillo-Rogez, investigadora principal del Jet Propulsion Laboratory (JPL) de la NASA y coautora del estudio, destacó el poder de los datos reutilizados:
Esta técnica, que mide variaciones en la velocidad de ondas de radio, permite inferir composiciones internas sin sondas físicas, un avance metodológico para misiones futuras.
IMPLICACIONES PARA LA BÚSQUEDA DE VIDA EXTRATERRESTREPara astrobiólogos como Baptiste Journaux, de la Universidad de Washington, este "escenario ártico" es prometedor. Las bolsas de agua tibia concentrarían compuestos orgánicos abundantes en Titán –hidrocarburos detectados por Cassini–, creando "oasis" microscópicos ideales para microbios extremófilos, similares a los que prosperan en fuentes hidrotermales terrestres.
Explicó Journaux, quien enfatizó que el metano superficial no excluye vida basada en agua en profundidad.
Este hallazgo no minimiza el potencial habitable de Titán, sino que lo refina: elimina un océano estable pero propone nichos dinámicos más viables químicamente. Expertos de la NASA estiman que estas bolsas podrían persistir por millones de años gracias al calor radiogénico del núcleo rocoso, interactuando con la química orgánica única de la luna.
HACIA DRAGONFLY Y EL FUTURO DE LA EXPLORACIÓNLos resultados impulsan la misión Dragonfly, un dron nuclear autónomo programado para lanzar en 2028 y llegar a Titán en 2034. Equipado con instrumentos para analizar composición química y buscar biofirmas, Dragonfly usará estos datos para priorizar sitios con evidencia de agua líquida.
Resumió Athena Coustenis, astrofísica del Observatorio de París involucrada en Cassini.
En un contexto donde la NASA acelera la búsqueda de vida en lunas heladas como Europa y Encélado, este estudio reescribe prioridades: Titán emerge como candidato top por su complejidad química, con implicaciones para entender orígenes de la vida en entornos fríos.
La comunidad científica anticipa que Dragonfly podría capturar las primeras imágenes de estas bolsas o sus huellas geológicas, potencialmente el mayor avance astrobiológico del siglo.