Al borde del colapso, la foca de puerto desaparece

En solo seis años, la población de focas de puerto en la península de Baja California se ha desplomado más del 60 %, revelando una crisis silenciosa en los ecosistemas marinos mexicanos

Baja California.-

ALARMA ECOLÓGICA

Población de focas de puerto cae más del 60 % en seis años

  • Un estudio conjunto del Cicese, la UABC y la Universidad de las Américas Puebla reveló que la población de focas de puerto (Phoca vitulina richardii) en la península de Baja California ha disminuido un 61.2 % entre 2016 y 2022, pasando de 7,380 a solo 2,863 ejemplares. Esta especie, que solo habita en México en esta región, se distribuye en nueve islas y algunos puntos costeros.

María Guadalupe Ruiz Mar, estudiante de doctorado en el Cicese y parte del equipo de investigación, explicó que esta drástica reducción está vinculada al aumento de la temperatura superficial del mar —que afecta la disponibilidad de alimento— y a la extracción de piedra bola, una actividad que altera su hábitat natural.

Para el estudio, se realizaron sobrevuelos a baja altura sobre toda el área de distribución de la especie, desde el archipiélago Coronado hasta la Isla Asunción, incluyendo la costa entre Bahía Todos Santos y Bahía Asunción.

Las campañas se efectuaron durante la temporada de muda, cuando las focas permanecen más tiempo en tierra, y se utilizaron fotografías aéreas procesadas con software especializado para contar a los animales.

  • Los datos obtenidos en 2016, 2018, 2019 y 2022 muestran una tendencia clara de declive en todas las colonias. Mientras que en 2009 se identificaron 44 colonias, en los años más recientes solo se localizaron cuatro. Algunas islas, como Todos Santos, Natividad y San Benito, muestran una disminución más lenta, posiblemente por contar con mayor disponibilidad de alimento.

El equipo también detectó un aumento de 0.7 °C en la temperatura del mar, lo que provoca que las presas de las focas migren a aguas más frías, afectando su alimentación y reproducción. Si las hembras no cuentan con suficientes reservas energéticas, no logran completar la gestación ni alimentar a sus crías adecuadamente.

Además, se evaluó el impacto de la extracción de piedra bola en playas, actividad que genera disturbios constantes. La presencia de maquinaria y personas provoca que las focas abandonen sus zonas de descanso y reproducción.

Gisela Heckel Dziendzielewski, directora del estudio, subrayó que la combinación de factores ecológicos alterados y la presión de actividades humanas está detrás del colapso poblacional. Destacó que la foca de puerto es un depredador tope y un indicador clave de la salud del ecosistema marino.

Actualmente, esta especie está catalogada como sujeta a protección especial en la NOM-059, pero debido a su alarmante declive, las investigadoras proponen reclasificarla como especie amenazada. También instan a la Profepa a realizar inspecciones rigurosas y considerar la suspensión definitiva de la extracción de piedra bola.