La dra. Rocio Danna Actis explica que es primordial para empezar poder entender que "los alimentos que tenemos ahora no son los mismos que los de antes, ni la materia prima ni el gluten que tenemos ahora es el mismo que se consumía años atrás". Esto se debe a que a las sustancias se les ha agregado más procesos encima que terminan generando "una cosa que termina siendo irreconocible para el cuerpo" asegura la especialista.
Según Actis, en nuestra dieta diaria se ha incrementado el consumo de harina, incluso estas pueden estar presentes en las cuatro comidas diarias que hacemos. El problema de esto esta puesto en primer lugar en el "gluten, ya que al cuerpo le cuesta demasiado poder procesarlo". El gluten genera algo llamado impermeabilidad intestinal, "nuestro intestino es el que dice que pasa y que no a través. Frente al gluten el intestino se daña y la permeabilidad que tiene se ve dañada y comienzan a ingresar otras toxinas", afirma Actis. En segundo lugar, el consumo elevado de harina produce picos de glucosa.
Actis recomienda reducir el consumo de harinas y usar estrategias que ayuden a mejorar nuestra alimentación.
Además afirma que: "Cada vez se ven más personas con intolerancia al gluten, debemos prestar atención a ciertos síntomas que pueden estar asociados a ella como puede ser una rinitis crónica, una urticaria, reacciones en la piel o un estado de pesadez abdominal pueden estar asociados con el consumo de harinas".