Calentar en tupper, detonante de obesidad

El calor del microondas provoca que se libere un compuesto que genera una de las grasas más difíciles de eliminar del cuerpo humano

Calentar alimentos en el microondas es una práctica cada día más común entre quienes llevan comida a sus centros de trabajo en estos recipientes de plástico duro, conocidos como tuppers, porque son fáciles de transportar y de usar. Sin embargo, al calentarlos en el microondas, liberan una sustancia química denominada bisfenol A (BPA), la cual se pasa a los alimentos y podría aumentar el riesgo de padecer obesidad, sobre todo en varones, alertó el investigador del Departamento de Inmunología del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM, Jorge Morales Montor.

Si bien estos recipientes son muy populares, porque resultan prácticos para transportar los alimentos del día, el académico detectó que el BPA, que es un compuesto base en la fabricación de plásticos duros, se libera cuando recibe el calor del microondas, logra migrar a la comida, y quien la ingiere también consume este compuesto orgánico, (que se utiliza en la producción de estos contenedores de plástico para que adquieran rigidez o dureza) el cual incrementa la probabilidad de que la persona suba de peso, porque es un factor que propicia la acumulación de grasa abdominal, especialmente en hombres.

En entrevista con Excélsior, el investigador detalló que querían averiguar si el bisfenol aumentaba el riesgo de desarrollar cáncer de próstata, pero el resultado mostró que los ratones en realidad subían de peso, pero, además, acumulando la grasa más difícil de eliminar.

Les inyectamos el bisfenol a los ratones a los tres días de nacidos, porque esa edad es similar a los dos primeros años de vida de los humanos; pasando 15 semanas, cuando los ratones ya son adultos, vimos que a los que les inyectamos bisfenol tenían más grasa que a los que no les inyectamos ese compuesto”, explicó Morales Montor.

En el laboratorio de Investigaciones Biomédicas de la UNAM dieron seguimiento al incremento de peso de los ratones; “con un resonador magnético, localizaron la grasa y resultó que sí aumentó, sobre todo, en los machos, por lo que deducimos que este riesgo es mayor en hombres que en mujeres”, señaló.

Además de ver que el ratón subía de peso, analizaron la grasa que desarrolló, y encontraron que creció la más complicada de eliminar.

Analizamos la grasa y encontramos que los adipocitos, que son las células grasosas, son mayores en los ratones que tenían bisfenol; éstas son las grasas más difíciles de eliminar, y este compuesto orgánico es un detonante de obesidad”, advirtió Jorge Morales.

Por ello, el académico recomendó no utilizar estos recipientes de plástico para calentar la comida, ya sea en oficinas o escuelas.

Tal vez es más pesado transportar recipientes de vidrio, pero es mejor usar este material en lugar de los famosos tuppers”, agregó.

Morales Montor consideró que, por esta razón, los capitalinos tienen mayor exposición a este compuesto que en otros estados de la República, ya que comen en estos recipientes en las oficinas.

Aclaró que la obesidad es multifactorial, pero la posibilidad se incrementa al ingerir este compuesto orgánico, y, por tanto, el bisfenol se convierte en un catalizador de obesidad.

Asimismo, el investigador señaló que los recipientes de plástico duro para almacenar comida son llamados tuppers por una marca muy famosa que se ha posicionado desde la década de los 60, y por ello así les decimos a todos los recipientes de plástico duro para almacenar comida.

PODRÍA ESTAR EN LA ATMÓSFERA

Respecto a si este compuesto orgánico está en las PM10 o PM5, que están en el aire que respiran los capitalinos, el académico aseguró que es muy probable que esté en la atmósfera, pero aclaró que no tiene la certeza, porque, hasta ahora, nadie ha medido en la capital si este compuesto es un contaminante del aire.

No sabemos si está en el aire, porque nadie lo ha medido, pero es probable que se encuentre en la atmósfera pegado a las PM10”, agregó.