La dificultad para distinguir entre el rojo y el verde constituye la forma más común de daltonismo, un trastorno que altera la percepción de los colores y que, según los Institutos Nacionales de Salud de EE. UU. (NIH), se manifiesta de manera distinta en cada persona.
- Cada 6 de septiembre se conmemora el Día de Concienciación sobre el Daltonismo, una fecha que busca visibilizar los retos que enfrentan quienes viven con esta condición.
El origen del daltonismo está en los conos, células sensibles a la luz ubicadas en la retina. Cada uno de ellos percibe un color primario: rojo, verde o azul. Cuando falta alguno de los pigmentos, la información que llega al cerebro es incompleta, lo que provoca dificultades para diferenciar ciertos colores.
La ausencia de un pigmento genera problemas con el rojo y el verde, mientras que otros casos afectan la percepción del azul y el amarillo.
En situaciones poco frecuentes, quienes presentan deficiencia en los tonos azul y amarillo también tienen complicaciones para distinguir rojos y verdes. La forma más severa es la acromatopsia, una alteración poco común en la que solo se perciben tonalidades de gris.
De acuerdo con MedlinePlus, la mayoría de los casos son de origen genético y afectan principalmente a los hombres: aproximadamente 1 de cada 10 presenta algún grado de daltonismo, mientras que en mujeres la incidencia es mucho menor.
Los síntomas varían: desde leves problemas para diferenciar matices hasta movimientos oculares rápidos conocidos como nistagmo en los casos más graves. Muchas personas desconocen que lo padecen hasta que un familiar nota la dificultad, generalmente en la infancia, al aprender los colores.
- El diagnóstico se realiza mediante una prueba sencilla en la consulta oftalmológica: se muestran figuras o números ocultos en dibujos formados por puntos de colores. Si hay deficiencia, resulta difícil o imposible distinguirlos.
Actualmente no existe cura para el daltonismo hereditario, aunque se han desarrollado lentes y gafas especiales que mejoran la diferenciación cromática. Los niños pueden requerir apoyo escolar y algunos adultos adaptaciones laborales, sobre todo en profesiones que dependen del color.
En los casos en que el daltonismo se debe a otra enfermedad o al consumo de medicamentos, el tratamiento se enfoca en la causa subyacente.
Aunque no haya un remedio definitivo, la mayoría de las personas con daltonismo logra adaptarse y llevar una vida plena. Con recursos adecuados y accesibilidad, pueden integrarse sin limitaciones a la vida cotidiana, laboral y social.