Alfredo Ballí, el doctor mexicano en el que se basó "Hannibal Lecter"

Las autoridades hallaron en un terreno baldío del municipio de Guadalupe, la caja con los restos de su víctima

Seguramente has oído de Hannibal Lecter, el personaje psicópata más conocido de todos los tiempos, sin embargo, pocos saben que su verdadero origen se encuentra inspirado en una historia de la vida real; un doctor originario de Tamaulipas llamado Alfredo Ballí Treviño.

A los 28 años, Alfredo era médico en Nuevo León, lugar donde era sumamente respetado, muchos de sus pacientes vivían agradecidos con sus servicios. Pero cuando su trabajo finalizaba, en su consultorio recibía a Jesús Castillo Rangel, un joven de 20 años, quien era estudiante de medicina y con quien se presumía mantenía una relación.

En una ocasión, Jesús acudió a su consultorio y le entregó menos de la mitad de un dinero que había pedido prestado a Alfredo, quien, enojado, le dio un golpe que le hizo perder el conocimiento.

Enseguida le puso una inyección de pentotal sódico, lo arrastró hacia el baño y con un bisturí lo cortó para posteriormente colocar su cuerpo partido en una caja.


PRINCIPAL SOSPECHOSO

Este hecho llevó a las autoridades de Monterrey a investigar la desaparición de Jesús, deteniendo como principal sospechoso al doctor Ballí, no pasó mucho para que el hombre confesara su delito.

  • Se destacó que la muerte de Rangel no fue la única de su autoría.

Tras días de investigación, las autoridades hallaron en un terreno baldío del municipio de Guadalupe, la caja con los restos de su víctima. Inmediatamente, un juez lo declaró culpable de los delitos de homicidio calificado, inhumación clandestina y usurpación de profesión.

  • Ballí fue trasladado al Penal de 'Topo Chico', lugar donde se desempeñó como doctor.

En esa cárcel también se hallaba preso Dykes Askew Simmons, hombre de origen norteamericano, quien asesinó a tres jóvenes hermanos.

Esta situación había hecho que el reportero Thomas Harris lo visitara en el reclusorio. Harris quedó sorprendido cuando Alfredo le contó la razón por la que se hallaba encarcelado, siendo esta la detonante que lo inspiró para escribir la exitosa novela criminal ‘El silencio de los inocentes’.

Ballí Treviño pasó 20 años en prisión, luego de que su abogado logró que las autoridades le sustituyeran su sentencia. Murió en 2009 sin saber que había inspirado a uno de los asesinos seriales más famosos en la historia.