Todas sabemos lo que es sentirse incómoda porque el bra nos aprieta, nos molesta, deja marcas que irritan y a veces hasta duelen.
Te decimos como elegir el indicado
CÓMO TOMAR LA MEDIDA
Muchas mujeres compran sostenes de una talla que les gustaría llevar, pero no de una que realmente les va bien.
Y, por lo general, suele tener una copa menor de la necesaria y una banda más larga de lo necesario.
Para poner fin a todo este lío empieza tomando la medida.
Pero ten en cuenta que esto es sólo el principio.
En el probador, tu talla 90B (34A) puede convertirse en una 85C (32B), en una 95A (36AA) y hasta en una 80D (30C) también.
Es porque las tallas de distintas marcas pueden variar entre sí.
Y porque tu pecho es único.
EL CONTORNO DEL TORSO
Baja los brazos.
La cinta métrica debe pasar justo debajo de los senos, paralela al suelo y pegada al cuerpo.
Es mejor que alguien te tome la medida, aunque también puedes hacerlo tú sola.
Ponte tu brasier clásico más cómodo (que no sea un push-up, ni reductor).
La cinta métrica debe pasar horizontalmente por los pezones de tus senos.
No la estires demasiado, pero tampoco debe quedar suelta.
CÓMO PROBARTE EL SOSTÉN
Prepárate para probar no menos de 10 sostenes de, al menos, dos fabricantes diferentes.
Opta por los modelos clásicos con la copa lisa.
Puede ser dura o blanda, según te parezca más cómoda.
Cuando averigües tu talla, puedes probarte otros estilos: push-up, reductor, balconet, bandeau, etc.
Primero prueba dos modelos de la talla que has obtenido como el resultado de tus mediciones. Por ejemplo, 90B/34A.
Los siguientes dos modelos deben ser de un contorno más pequeño, pero de una copa más grande. Es decir, 85C/32B.
El tercer par de modelos debe ser de un contorno más pequeño que el resultado de tus medidas. Es decir, 85B/32A.
El cuarto par debe ser de una copa más grande. Es decir, 90C/34B.
Los últimos dos modelos deben ser más grandes tanto en el contorno como en la copa. Es decir, 95C/36B.
LAS CARACTERÍSTICAS DE UN SUJETADOR PERFECTO
El contorno del sostén proporciona el 90% de su función principal, o sea, la de sujetar.
Los tirantes se ocupan sólo del 10% de la misma.
El sujetador debe ajustar bien el tórax, pero sin oprimirlo.
No debe generar pliegues, ni marcas en todo el contorno.
Levanta los brazos e inclínate hacia derecha e izquierda: el brasier debe permanecer en su sitio sin moverse.
Si se ha desplazado el tirante de la espalda o el centro del sujetador es muy probable que necesites una talla menos.
Debajo del tirante de la espalda no deben pasar más de dos dedos, en caso contrario, en cuestión de una media hora del uso, el tirante se subirá. La posición correcta del tirante de la espalda es justo en horizontal. Durante la primera prueba del brasier puedes sentir que el contorno es algo justo, pero es normal, ya que con el uso cederá un poco.
QUÉ MÁS HAY QUE TENER EN CUENTA
A la hora de decidir si comprarte un brasier con aros o sin ellos, ten en cuenta lo siguiente: si la talla de tu pecho es una C o mayor, un apoyo adicional no estará de más.
Si los tirantes se te caen por los hombros puedes comprarte un ajustador de sujetador especial (sujetatirantes) que une los tirantes en la espalda.
Si no puedes elegir una talla entre las dos, por ejemplo, entre 85 y 90, opta por el sostén con una copa mayor y llévalo a un taller de costura para que te ajusten el contorno.
Si tus senos son de distinto tamaño, te puede quedar bien un sujetador del modelo clásico con las copas moldeadas que disimularán la diferencia, o uno tipo push-up: pon en la copa del pecho más pequeño un relleno adicional (a menudo en las tiendas de lencería te dan uno gratis).
Si el sujetador cuenta con bolsillos para el relleno, también puedes quitar uno del pecho más grande y ponerlo en el bolsillo del pecho más pequeño.
Si tienes la espalda ancha y el pecho pequeño, guíate por la talla de la copa, aunque el contorno te quede algo pequeño.
Lo puedes solucionar fácilmente comprando un extensor del tirante de la espalda.