Si bien la reina Isabel fue una monarca imponente y estricta con su protocolo, nunca se registraron gestos desagradables con sus guardias de honor o empleados del palacio de Buckingham.
Lo contrario ha ocurrido con su hijo, el rey Carlos III, quien dejó en evidencia su conducta despectiva durante la sucesión como nueva Majestad.
Carlos III fue proclamado oficialmente nuevo rey del Reino Unido el sábado 10 de septiembre en una ceremonia transmitida en vivo a la que se conectaron millones de personas en todo el mundo.
Para muchos fue impresionante que el rey Carlos III no fuera capaz de mover la bandeja de bolígrafos por su cuenta, en lugar de solicitar que alguien más lo hiciera por él.