La historia del hombre que quedó deforme después de un accidente al nadar

Un accidente en el mar obligó a buzo subir precipitadamente a la superficie, violando las etapas de descompresión necesarias para salvaguardar la salud e integridad física

Alejandro Ramos, ciudadano peruano dedicó su vida profesional a la mar, tanto como buzo artesanal marinero, esta sufriendo un gran trastorno físico como consecuencia de su profesiónsu cuerpo se hinchó hasta deformarse, quedando imposibilitado para trabajar y cargando un severo estigma social por su apariencia

Al buzo se le conoce por sus compañeros como Willy, quien trabajaba buscando mejillones en Puerto Viejo de Pisco, Perú cuándo un enorme barco carguero cortó su manguera de aire.El buzo tuvo que nadar rápidamente 36 metros para salir a la superficie, sin embargo al no poder esperar por una descompresión lenta, proceso al que se someten todos los buzos antes de salir a la superficie, burbujas de nitrógeno se alojaron de forma permanente al interior de su pecho y brazos.


El primer síntoma que presentó el buzo fueron pequeños malestares a los cuales decidió no darles importancia, esta sensación se debía a la acumulación gradual del nitrógeno en su cuerpo. Poco a poco su espalda hombros y pechos se fueron deformando y las molestias incrementando

Actualmente, 5 años después de su accidente, los dolores articulares que tiene son insoportables y está en espera de una operación de cadera y un tratamiento hiperbárico de más de 100 mil dólares. Alejandro, quien era el sustento económico de sus cuatro hijos y dos hermanas tuvo que dejar de trabajar debido a su condición. Por las noches tiene que consumir pastillas para aliviar el dolor y la hipertensión, otra de las consecuencias de su accidente laboral.

Su peso corporal ha aumentado más de 30 kilos a partir del trágico suceso, esto le ha ocasionado muchos conflictos en su vida social y salud emocionalTan pronto su pareja se enteró, decidió cortar con su relación no sin antes señalarlo y burlarse de su apariencia. Esto lo llevó a una profunda depresión y aislamiento social. 

«Durante tres años he recibido llamadas de varias personas: “Que estás hecho un monstruo, cómo te deformaste”. Me entró una depresión… Que la gente te ponga calificativos y te vea con lástima… Pasaron ideas por mi cabeza…Me deprimí mucho, estuve cerca de suicidarme. Un día compré veneno para ratas y mi hijo dijo: “¿Papá te gustaría morir como una rata?, ¿Después de todo lo que he pasado?"», declaró el buzo en una entrevista con la BBC.


Alejandro ha podido tratar algunas dolencias en la Sociedad Peruana de Medicina Hiperbárica, en Pisco. Dónde el doctor especialista en cirugía hiperbárica del Hospital San Juan de Dios de PiscoMiguel Alarcón, explicó que el cuerpo de Alejandro produjo tanto nitrógeno al ascender de las profundidades este elemento se introdujo en sus músculos y se alojó en bolsas que no se pueden extraer porque están adheridas a su carne. Según el médico, necesita al menos 100 sesiones de cámara hiperbárica para desintoxicar la sangre y eliminar las burbujas de nitrógeno.