La quema del muñeco de año viejo es una tradición muy antigua, la cual tiene su origen en Argentina

Es realizada a última hora del 31 de diciembre y primera hora del 1 de enero donde se realiza una quema de muñecos para festejar el fin de año

  • La Quema del muñeco es una tradición muy antigua, la cual tiene su origen en Argentina y fue introducida en algunas ciudades de Ecuador como Quito y Guayaquil la cual es realizada a última hora del 31 de diciembre y primera hora del 1 de enero donde se realiza una quema de muñecos para festejar el fin de año y el comienzo de uno nuevo.
  • En Argentina se adoptó esta tradición; en el Gran Buenos Aires, especialmente en la ciudad de La Plata junto a los partidos vecinos de Berisso y Ensenada, a partir de la década de 1956 y son unos de los pocos distritos del país donde se realiza durante la fiesta de Año Nuevo, el 31 de diciembre, la quema de  momos, muñecos similares a los incinerados en otras regiones de Latinoamérica con el nombre de años viejos.

En efecto, la efigie quemada recibe varios nombres como "Momo de fin de año" (diferenciándose del Momo de Carnaval quemado al final del mismo), Fantoche o simplemente muñeco.


Los llamados "fantoches" suelen contar con movimiento ya sea mediante palancas o motores especiales que le permiten uno o varios movimientos limitados con la idea de lograr un efecto más pintoresco.

Los fantoches eran más comunes en Europa o Argentina durante la celebración del Carnaval,  aunque la creación de muñecos con movimientos posteriormente también se incorporó a los tradicionales momos de fin de año.

Tradición por años 

Cientos de muñecos son quemados para festejar el fin de año, tradición que nació en el año 1956 en la puerta del almacén y bar de 10 y 40, de don Luis Tortora, para homenajear a un jugador de Cambaceres.

  • Cuentan que los muñecos eran parte de una gran fiesta que empezaba en Navidad, donde en las calles se ponían guirnaldas multicolores que colgaban de los árboles y también había música que se pasaba desde un tocadiscos conectado a grandes bocinas colocadas también en los árboles.
  • En la década de los 90 se produjeron algunos cambios y los vecinos de cada barrio comenzaron a autoconvocarse para participar en la confección. Por lo general, eran los adolescentes y jóvenes de los diferentes barrios que se reunían y planificaban el diseño y construcción del muñeco.

Desde ese entonces se realizan concursos donde el mejor muñeco es premiado por el municipio platense y por algunas empresas de medios de comunicación.5