- Aunque la jornada laboral de 40 horas semanales no entrará en vigor en 2025, el proyecto legislativo avanza con miras a ser aprobado antes de que finalice el año. Su implementación comenzaría de forma gradual a partir de 2026, según informó Patricia Mercado, presidenta de la Comisión de Trabajo y Previsión Social en la Cámara de Diputados.
La diputada explicó que la propuesta —que plantea una reforma al artículo 123 de la Constitución— está en la fase final de elaboración, tras un extenso proceso de diálogo entre representantes sindicales, empresarios y autoridades laborales.
El propósito, señaló, es asegurar una transición ordenada que no comprometa la competitividad ni la estabilidad económica de las empresas.
Según estimaciones de la Cámara de Diputados, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) presentará formalmente la iniciativa en noviembre, con el objetivo de que sea votada y aprobada antes del 15 de diciembre de 2025, fecha en que concluye el periodo ordinario de sesiones.
La aplicación será paulatina, siguiendo un esquema de reducción progresiva que permitirá a las empresas adaptarse sin afectaciones severas. El plan tentativo contempla:
- 2026: reducción a 46 horas semanales
- 2027: reducción a 44 horas semanales
- 2028: reducción a 42 horas semanales
- 2029: reducción a 41 horas semanales
- 2030: jornada final de 40 horas semanales
De acuerdo con El Economista, el 1 de mayo de 2026 —Día del Trabajo— podría marcar el inicio de la primera etapa, con una disminución de dos horas en la jornada semanal.
Apoyo político y contextoLa reducción de horas laborales es una de las principales promesas del gobierno de Claudia Sheinbaum, quien ha reiterado su respaldo a políticas que promuevan el bienestar laboral.
Desde el inicio de su administración, Sheinbaum incluyó esta reforma como parte de sus compromisos en favor de la justicia social y la productividad sostenible.
México continúa entre los países de la OCDE con más horas trabajadas al año. Por ello, la reforma busca mejorar la calidad de vida de los trabajadores, facilitar la conciliación entre vida personal y laboral, y fomentar una mayor productividad mediante mejores condiciones de empleo.
Construcción de acuerdos
Aunque algunos sectores empresariales han manifestado inquietudes por el posible incremento en los costos operativos, las mesas de diálogo organizadas por la Comisión de Trabajo buscan construir un consenso que garantice la viabilidad económica y legal del nuevo modelo.
Mercado destacó que el enfoque será flexible y escalonado, permitiendo que las empresas —especialmente las pequeñas y medianas— se ajusten con apoyo técnico y reorganización interna.