- Un reloj de bolsillo de oro de 18 quilates, detenido para siempre a las 2:20 de la madrugada.
—La hora exacta en que el Titanic desapareció bajo las aguas heladas del Atlántico— vuelve a llamar la atención más de cien años después del naufragio.
La pieza perteneció a Isidor Straus, uno de los pasajeros más acaudalados del transatlántico y esposo de Ida Straus, quien decidió permanecer a su lado en los últimos momentos. Ahora, este reloj podría venderse por hasta un millón de libras esterlinas en una próxima subasta en Reino Unido.
Más allá de su valor material, el reloj está ligado a una de las historias más emotivas del Titanic, inmortalizada en la película de 1997, donde se muestra a la pareja abrazada mientras el barco se hunde.
El reloj Jules Jurgensen, grabado con las iniciales "I.S.", fue un obsequio que Ida le dio a Isidor en 1888 por su cumpleaños 43 y se convirtió en una pieza especial para él. Tras el hundimiento del 15 de abril de 1912.
El cuerpo de Isidor fue recuperado con el reloj aún entre sus pertenencias; Ida nunca apareció. Con el tiempo, el objeto pasó a manos de su hijo Jesse y luego fue heredado por varias generaciones hasta llegar a Kenneth Hollister Straus, bisnieto del matrimonio, quien ordenó restaurarlo.
Tras 113 años resguardado, la familia decidió ponerlo a la venta a través de la casa Henry Aldridge & Son, reconocida por subastar reliquias del Titanic. La puja incluirá también una carta que Ida escribió a bordo el 10 de abril de 1912, recién iniciada la travesía.
En ella describía con entusiasmo el lujo y la elegancia del barco. Solo esta carta podría alcanzar las 150 mil libras.
Isidor Straus, copropietario de los almacenes Macy´s, e Ida llevaban 41 años casados y eran padres de seis hijos. Ida se negó a subir a un bote salvavidas al enterarse de que su esposo no tenía permitido hacerlo. Testigos aseguran que ambos fueron vistos abrazados en la cubierta, esperando juntos el final.
Para el subastador Andrew Aldridge, el reloj representa uno de los amores más emblemáticos asociados al Titanic y una de las posesiones más queridas de un hombre que eligió no abandonar a su esposa.
La subasta se realizará el 22 de noviembre y podría convertir a esta pieza en uno de los objetos más valiosos del Titanic jamás vendidos.