Salinas Pliego ya conoce el abono chiquito pero del SAT

La SCJN rechazó sus amparos y ordenó el cobro de la deuda fiscal. El empresario tendrá que pagar aunque sea en cómodas parcialidades

PAGARA SU DEUDA FISCAL
  • La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) cerró definitivamente la puerta a los intentos legales de Ricardo Salinas Pliego para evitar el pago de sus adeudos fiscales. Las empresas del magnate, Grupo Elektra y TV Azteca, están obligadas a cubrir más de 48 mil millones de pesos, una cifra que, aunque monumental, deberá saldarse, incluso si se realiza en pagos escalonados.

Sin entrar al fondo de los casos, los ministros desecharon los amparos promovidos por Grupo Salinas contra resoluciones judiciales que ya habían confirmado la obligación de pagar. La Corte consideró que los asuntos no tenían el carácter excepcional necesario para ser revisados, ya que existen precedentes que resuelven los temas planteados.

Intentos de evasión y tácticas dilatorias
  • Durante años, Grupo Salinas utilizó una estrategia de litigio para retrasar el cumplimiento de los pagos. Presentó múltiples recusaciones contra ministras y ministros, así como decenas de recursos legales que lograron frenar temporalmente las resoluciones. Sin embargo, la SCJN determinó que estas acciones fueron utilizadas de forma abusiva, con el único propósito de entorpecer el proceso judicial.

Incluso, Grupo Elektra fue sancionada con una multa por obstaculizar el avance del caso, al presentar recusaciones sin sustento suficiente. El fallo de la Corte fue contundente: el derecho a recusar debe ejercerse con buena fe y no como una herramienta para prolongar artificialmente los juicios.

Ya no hay vuelta atrás
  • Con esta decisión, Grupo Salinas agotó todas las vías legales para evitar el pago. Una vez que las sentencias sean notificadas formalmente, la Secretaría de Hacienda podrá iniciar el proceso de cobro. Aunque la cifra supera los 48 mil millones de pesos, el Estado podrá exigir el cumplimiento, incluso si se establece un esquema de pagos.

La resolución marca un precedente importante: no importa cuán prolongada sea la batalla legal, las obligaciones fiscales deben cumplirse. Y en este caso, el empresario tendrá que enfrentar la factura, peso por peso.