Una mujer, adulto mayor, subió las 92 escalinatas del castillo principal de Chichén Itzá, y estando en la cima bailó causando la ira de los turistas ahí presentes, quienes lo consideraron una falta de respeto total.
En el material se puede observar el asombro de los ahí presentes viendo a la mujer en lo alto de la sagrada edificación. En redes sociales dejaron entrever que se debe tratar de un caso clínico que merece ayuda sicológica, pero lo que le espera a esta mujer es algo similar a lo que sucedió a otra osada aventurera, quien en 2021 realizó el mismo ascenso prohibido, y fue castigada.
Recibió una "sanción administrativa" de acuerdo al artículo 55 de la Ley Federal Sobre Monumentos Arqueológicos, Artísticos e Históricos.
Esta "sanción administrativa" es aplicable a cualquier visitante que violente el marco jurídico en cualquier zona arqueológica o museo del INAH.
En aquella ocasión el INAH informó que tomaría las medidas correspondientes para que este tipo de circunstancias no se repitieran, pero tras lo visto, no lo consiguió.
Desde 2008, por disposición del gobierno federal, se prohibió que los turistas y visitantes en las diferentes zonas arqueológicas del país, asciendan a pirámides o monumentos.