Un agua para cada estación de la vida

La cantidad de agua que consumimos cada día juega un papel muy importante para mantener nuestro cuerpo sano

La hidratación diaria es fundamental para el correcto funcionamiento de nuestro organismo, por ello, te presentamos las cantidades ideales para cada etapa de la vida.

Para los niños

El Instituto de Investigación Agua y Salud recomienda utilizar el agua mineral natural envasada en los niños, que deben beber 0,6 litros diarios en el primer año de vida y de 1,8-2,6 litros en la adolescencia. El agua mineral natural es la bebida no nutritiva que debe acompañar al niño tanto en las comidas como fuera de ellas como una estrategia de hábito de vida saludable que previene el sobrepeso y la obesidad, señala uno de los estudios realizados en este organismo.

La composición química estable y conocida permite al pediatra indicar determinadas marcas en función de la concentración de sodio, calcio y flúor, fundamentalmente. El agua mineral natural no necesita ser hervida para preparar los alimentos infantiles en el primer año de vida, ya que es pura en origen.


Para la mujer

El agua mineral natural juega un papel fundamental en el embarazo, favoreciendo su adecuado desarrollo, o durante la lactancia, preservando la cantidad y calidad de la leche materna. El consumo apropiado de agua durante la menopausia, además de reducir los efectos del envejecimiento en piel y huesos, mantiene el peso corporal.     

Beber agua mineral, por ejemplo, aguas ricas en selenio, ayuda a incrementar los niveles de antioxidantes, disminuyendo los efectos dañinos sobre la piel. Este hábito es más importante en la menopausia ya que la bajada de hormonas origina sequedad cutánea. Nutrientes como el flúor, el calcio, el fósforo y el magnesio actúan sobre los huesos y ayudan en la prevención de la osteoporosis.

Para los adultos, en general

El agua mineral controla la hipertensión arterial en el consumo de aguas minerales bajas en sodio. Las aguas ricas en calcio, magnesio y sulfatos son recomendables para la prevención cardiovascular al actuar sobre el metabolismo de las lipoproteínas, reduciendo el riesgo de coagulación sanguínea y enfermedad cardíaca mortal. Las aguas bicarbonatadas son las más adecuadas en casos de diabetes, por producir una menor respuesta glucémica.


Para los mayores 

Importancia en esta etapa contar un aporte nutricional y, sobre todo, con un nivel constante de hidratación. En la tercera edad se produce una disminución de la percepción de la sed y sin embargo necesitan un aporte extraordinario de agua. En este sentido, conviene insistir en la necesidad de que beban, aunque no tengan sed y que realicen la ingesta de agua de forma gradual a lo largo del día.