El legado de las artesanas indígenas en la vestimenta de Claudia Sheinbaum

El vestuario de Sheinbaum destaca la moda indígena mexicana gracias a artesanas de Tlaxcala

TRADICIÓN INDÍGENA EN LA IMAGEN PRESIDENCIAL
  • Las mujeres indígenas que dan vida a la vestimenta de Claudia Sheinbaum.

En San Isidro Buen Suceso, una comunidad enclavada en las montañas de Tlaxcala, Virginia Verónica Arce Arce inicia cada jornada como lo ha hecho durante muchos años: frente a su vieja máquina de coser Singer, entrelazando hilos de colores para crear complejos bordados heredados de sus antepasados.

Arce forma parte de un colectivo de artesanas indígenas que elaboran los vestidos bordados y huipiles —blusas tradicionales— que caracterizan el estilo de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, y que incluso le valieron ser incluida por The New York Times entre las personas mejor vestidas.

Desde el inicio de su campaña presidencial, Sheinbaum ha optado por prendas que celebran las tradiciones textiles de distintas comunidades indígenas del país.

UNA VITRINA PARA EL TRABAJO ARTESANAL

El estilo de Sheinbaum llamó la atención internacional cuando The New York Times la destacó en su lista de las figuras más elegantes de 2025, subrayando cómo su vestimenta ha puesto en primer plano la moda indígena mexicana a través del uso de ropa bordada.

Arce aprendió a bordar desde niña gracias a su padre. Sus diseños, inspirados en la flora y fauna de la montaña La Malinche, se convirtieron en su sello personal y captaron la atención de la hoy presidenta.

Uno de esos bordados fue incorporado en un vestido morado que Sheinbaum usó durante su primera ceremonia del Grito de Independencia, el 15 de septiembre. Cuando la mandataria salió al balcón de Palacio Nacional para ondear la bandera, millones de personas pudieron apreciar el trabajo de Arce.

"Fue un momento muy emotivo", relató la artesana, quien vio la transmisión acompañada de su familia. "Reconocer el bordado de Tlaxcala, y especialmente de mi comunidad, fue algo muy especial".

Ropa que se transforma

No era la primera vez que Sheinbaum vestía una prenda hecha por Arce. Durante la campaña presidencial, la mandataria usó uno de sus huipiles, que más tarde fue adaptado a un atuendo formal por Olivia Trujillo Cortez, integrante de su equipo de costura.

La reutilización de prendas es una práctica común en el vestuario de la presidenta. Blusas y vestidos que ya ha usado se transforman en trajes o chaquetas, dándoles una nueva función sin generar gastos excesivos, explicó Trujillo.

Con bordados y diseños de artesanos de Oaxaca, Chiapas y otras regiones, Trujillo confeccionó trajes, vestidos y conjuntos formales para debates, actos de campaña y eventos oficiales.

CONTRA EL PLAGIO CULTURAL

Al igual que su antecesor, Andrés Manuel López Obrador, Sheinbaum ha defendido el arte popular mexicano frente a la apropiación indebida. En agosto, su gobierno acusó a Adidas de copiar el diseño tradicional de los huaraches zapotecos de Oaxaca.

En años anteriores, el gobierno federal también exigió explicaciones a marcas internacionales como Zara y Anthropologie por reproducir diseños indígenas sin autorización.

Durante siglos, estas prendas prehispánicas fueron menospreciadas. En la época colonial incluso se llegaron a quemar huipiles en público como parte de un intento por erradicar las expresiones culturales indígenas. Ese rechazo, ligado al racismo, aún persiste en algunos sectores.

DEL RECHAZO AL RECONOCIMIENTO

Claudia Vásquez Aquino, artesana oaxaqueña y colaboradora en el estilo de Sheinbaum, celebra que la presidenta esté dando visibilidad y valor a la vestimenta indígena.

Sheinbaum asumió la presidencia el 1 de octubre de 2024 con un vestido color marfil, de mangas largas y bordado floral, diseñado y bordado por Vásquez y confeccionado por Trujillo.