John O'Leary. Fotógrafo premiado en Cholula por su documental fotográfico

John OLeary será galardonado con la Medalla al Mérito Fotográfico en Cholula por su dedicación a documentar la cultura local.

OBTIENEN MEDALLA AL MÉRITO FOTOGRÁFICO

John O´Leary ha hecho de San Pedro Cholula, Puebla, su hogar visual y emocional. Entre la emblemática pirámide y los callejones donde se organizan las fiestas tradicionales, sus fotografías han capturado durante décadas la esencia de una comunidad que resiste al tiempo a través de sus costumbres.

Hoy, junto con Maritza López, O´Leary será galardonado con la Medalla al Mérito Fotográfico en el Museo Nacional de Antropología, reconocimiento que considera un acto solemne y una forma de honrar a la comunidad que le ha dado sentido a su trabajo.


Nacido en 1949 en Temple, Texas, el fotógrafo y antropólogo se nacionalizó mexicano tras enamorarse de Cholula y de su gente. Lo que comenzó como un viaje académico terminó convirtiéndose en una vida dedicada a documentar la riqueza cultural del lugar.

  • Desde niño mostró interés por la fotografía. A los siete años tomó prestada la cámara de su madre para registrar su entorno escolar, descubriendo así el poder de la imagen como testimonio y archivo.

Su formación antropológica le permitió comprender los significados profundos detrás de los rituales y la organización social, lo que le dio acceso único a momentos íntimos y colectivos que otros no podían ver. Para O´Leary, cada imagen no solo es un retrato, sino una pieza viva de historia.

Su obra se consolidó a partir de 1978, cuando fue aceptado en el primer Coloquio Latinoamericano de Fotografía en el Museo de Arte Moderno. Desde entonces, ha sido reconocido como el cronista visual de Cholula, al punto que muchos lo llaman "el fotógrafo del pueblo".

Entre sus series más emblemáticas está La Pasión de Cristo, representación anual que ha documentado por más de 20 años, capturando cómo evolucionan los actores y el compromiso comunitario. También dedicó una serie a la lucha libre local, destacando la pasión de los atletas aficionados.


Además, ha reunido un valioso archivo de más de 4 mil postales antiguas y miles de fotografías sobre ferias, mayordomías, procesiones y festividades de Cholula, Puebla, Tlaxcala y Veracruz. Su intención es clara: abrir ese archivo al público y convertirlo en un espacio de memoria compartida.

Para él, la fotografía documental requiere más que técnica: exige paciencia, respeto y atención a los detalles. Cada imagen es, en sus palabras, un acto colectivo, una forma de pertenecer y de conservar lo que une a generaciones.

Con humildad, dedica su premio a la comunidad que lo ha acompañado y anima a los nuevos artistas a practicar, observar y respetar el contexto.