El delantero del Real Madrid, Cristiano Ronaldo, quien es catalogado como uno de los futbolistas más vanidosos del mundo, dio muestra de esto cuando luego de recibir una patada en el rostro que le cortó la ceja, pidió un teléfono para observar la herida.
El golpe que sufrió Cristiano fue en su segunda anotación en el juego contra el Deportivo La Coruña que ganó el conjunto merengue 7-1 en el Santiago Bernabéu, cuando remató con la cabeza dentro del área y un zaguero visitante en su afán de despejar el balón impactó en el rostro del delantero.
Luego de ser atendido y con el rostro ensangrentado, el lusitano pidió a los médicos que lo acompañaron hasta el vestidor y con el teléfono para observar la herida.
El máximo anotador en la historia de los merengues tuvo que ser suturado en el vestidor y ya no volvió al campo para estar en el cierre de partido, y es que Zinedine Zidane ya había agotado sus cambios y el resultado ya estaba definido.