Descalzas y con vestidos blancos finamente bordados, un conjunto de féminas nativos salta al diamante. Son Las Diablillas de Hondzonot, un equipo de sóftbol que desafía estereotipos en la sociedad de Quintana Roo.
Sus rivales en esta situación son las “Guerreras de Pisté”, equipo del vecino estado de Yucatán incluido además por damas mayas, que, a diferencia de “Las Diablillas”, compiten con pantalón, camiseta y zapatos deportivos.
Aun cuando en Hondzonot faltan muchas cosas, las 20 diablillas juegan descalzas por tranquilidad. Es su sello, como además los impecables huipiles tejidos y bordados a mano por ellas respetando un arte ancestral.
“Como cada una de, teníamos nuestro huipil, ha sido por esa razón que decidimos usarlo como uniforme. Y es parte de nosotras, de nuestra identidad como mayas”, mencionó Juana Ay Ay, de 37 años, quien luce uno de flores violeta producido con hilos de seda.
La prenda, cuya fabricación toma 3 meses, ayuda a aliviar las altas temperaturas del estado de Quintana Roo. Las “Diablillas” además utilizan aretes largos y se maquillan. Para ellas cada partido es una festividad.
Este plantel amateur surgió hace 3 años, una vez que las autoridades locales ofrecieron a las damas del poblado enseñarles cualquier deporte. La ayuda oficial se esfumó, sin embargo el gusto por la pelota, el bate y los guantes quedó en el corazón.
En un inicio jugaban con bolas de tenis y equipamiento prestado; ahora todo es suyo debido a una donación de sus ídolos, los Diablos Rojos del México, de la Liga profesional de béisbol.
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Las Diablillas de Hondzonot desafían estereotipos en México
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