Britney Spears fue reprendida por autoridades estadounidenses luego de fumar y consumir alcohol durante un vuelo privado. La cantante, de 43 años, abordó un avión de la empresa JSX que viajaba de Cabo San Lucas, México, al Aeropuerto Internacional de Los Ángeles, cuando incurrió en una violación a las normas de seguridad aérea.
Según medios como TMZ y People, Spears encendió un cigarrillo en pleno vuelo, lo que generó preocupación entre la tripulación.
Testigos citados por TMZ indicaron que el personal de cabina le pidió apagar el cigarro, a lo cual accedió, aunque el incidente fue reportado y al aterrizar fue recibida por autoridades en Los Ángeles.
Fuentes policiales mencionaron a People que la cantante solo recibió una advertencia verbal y no se presentaron cargos en su contra.
JSX, la aerolínea involucrada, no emitió comentarios sobre el incidente. Spears, por su parte, compartió su versión en Instagram, publicando un video en el que aparece bebiendo vodka durante el vuelo.
En su mensaje, reconoció que pidió un cigarro, el cual fue encendido por un amigo, y asumió (por la presencia de porta vasos exteriores) que fumar estaba permitido.
Además, Britney criticó la actitud de una de las azafatas, afirmando que no le permitía levantarse del asiento durante los primeros minutos del vuelo y que la ayudó con el cinturón de seguridad de una manera que consideró invasiva.
Según la artista, la tripulante llamó a las autoridades por el cigarro, pero desde su perspectiva, la reacción fue exagerada.
Durante su visita a México, Britney Spears fue captada disfrutando de su tiempo en Los Cabos, donde bailó con entusiasmo.
También se le vio caminando por las calles de San José del Cabo, haciendo una pausa para comprar dulces. Estas imágenes, llenas de alegría, contrastan notablemente con el incidente ocurrido durante su vuelo de regreso, lo que ha vuelto a encender las alarmas sobre su estado emocional.