Defensa del cine y diversidad

El Festival de Cine de Nueva York 2025 destaca la creatividad y la libertad en la pantalla grande

FESTIVAL DEL CINE

Con esta frase, el crítico Dennis Lim, director artístico del Festival de Cine de Nueva York (NYFF), abrió la edición número 63 del encuentro cinematográfico, en el Lincoln Center.

Su declaración, cargada de urgencia cultural, resonó entre cineastas, programadores y críticos que ven en el cine no solo una forma de entretenimiento, sino un vehículo de pensamiento, memoria y resistencia.

  • La programación del NYFF 2025 incluye 106 largometrajes de 40 países, con una curaduría centrada en el legado, la libertad de expresión y la diversidad formal. Desde la película de apertura After the Hunt de Luca Guadagnino, hasta el cierre con Is This Thing On? de Bradley Cooper, el festival apuesta por obras que desafían narrativas convencionales y abordan temas como la justicia, la identidad y la historia.

Dennis Lim destacó que el cine enfrenta hoy presiones estructurales que amenazan su autonomía: "La concentración de plataformas, el dominio de algoritmos y la estandarización de contenidos están reduciendo el espectro de lo posible. Defender el cine es defender la imaginación", afirmó.

  • Entre los títulos más comentados está Cover-Up, de Laura Poitras y Mark Obenhaus, un retrato del periodista Seymour Hersh y una defensa explícita de la libertad de prensa. También Nuestra tierra, el primer documental de Lucrecia Martel, sobre el asesinato del líder indígena Javier Chocobar en Argentina, y A House of Dynamite, de Kathryn Bigelow, un thriller político sobre una amenaza nuclear en EE.UU., que será distribuido por Netflix.

Lim subrayó que estas obras no solo narran historias, sino que "piensan el mundo desde el lenguaje cinematográfico". Para él, el cine debe ser protegido como espacio de disidencia estética y ética.

La declaración de Lim se da en un momento en que festivales, cinetecas y espacios independientes enfrentan recortes presupuestales, presiones políticas y desafíos tecnológicos. En América Latina, instituciones como la Cineteca Nacional de México y el BAFICI han denunciado falta de apoyo estatal y censura indirecta.

Críticos como Jake Coyle (Associated Press) y medios como La Jornada coinciden en que el NYFF se ha convertido en un refugio para el cine de autor y una plataforma para obras que no encuentran espacio en los circuitos comerciales.