Tras un mes lleno de emoción futbolera, este domingo 13 de julio se celebra la gran final del Mundial de Clubes entre PSG y Chelsea en el MetLife Stadium de New Jersey.
El evento no solo promete un enfrentamiento épico en la cancha, sino también un show musical inolvidable con Robbie Williams y Laura Pausini interpretando "Desire", himno oficial del torneo que ha sido un éxito rotundo en territorio estadounidense.
La canción, compuesta por Williams junto a Karl Brazil, Owen Parker y Erik Jan Grob, será estrenada por el cantante británico en este escenario global.
Homenaje a la nación anfitriona La ceremonia previa al partido estará llena de simbolismo y producción de alto nivel. Se rendirá tributo a Estados Unidos con la interpretación de su himno nacional, acompañado por una guardia de honor. Además, habrá un sobrevuelo especial y un show pirotécnico que electrificará el ambiente antes del pitazo inicial.
Michael Buffer pondrá la voz de arranquePara encender aún más la adrenalina, el legendario presentador de boxeo Michael Buffer entonará su célebre frase "Let´s get ready to rumble!" al recibir a los equipos en el campo.
El momento será la antesala perfecta para que Chelsea y PSG vivan la gloria y la intensidad de una final que promete quedar en la historia.
Por primera vez en una competición organizada por la FIFA, el descanso de la final del Mundial de Clubes será escenario de un espectáculo musical de gran escala, producido por Global Citizen.
Este hito tendrá lugar el domingo 13 de julio en el MetLife Stadium, durante el enfrentamiento entre PSG y Chelsea.
El show estará encabezado por tres figuras de la música internacional: J Balvin, Doja Cat y Tems, quienes ofrecerán una presentación vibrante y multicultural.
Además, el cantante australiano Emmanuel Kelly se sumará con una actuación especial, convirtiéndose en el primer artista pop con discapacidad en presentarse en un medio tiempo de la FIFA.
Más que entretenimientoEste espectáculo también tiene un propósito solidario. A través de una alianza entre FIFA y Global Citizen, se busca recaudar fondos para mejorar el acceso a la educación infantil en todo el mundo. Por cada entrada vendida, se destina un dólar al fondo educativo FIFA–Global Citizen.