Ludwika Paleta confiesa Mi divorcio fue mi libertad

En Netas Divinas Ludwika comparte cómo el fin de su relación con Plutarco Haza se convirtió en una bendición

FLORECE TRAS EL ADIÓS

Durante su participación en el programa Netas Divinas, Ludwika Paleta habló sobre distintos aspectos de su vida personal y profesional, en el marco de la promoción de Después, su nuevo proyecto cinematográfico en el que comparte créditos con su hijo Nicolás.

Además de hablar sobre su carrera como actriz, Ludwika presentó su nueva línea de productos para el cuidado de la piel, un emprendimiento que refleja su interés por explorar nuevas facetas.

  • En una dinámica del programa, la actriz fue cuestionada sobre alguna pérdida que, con el tiempo, se haya transformado en una bendición. Ludwika relacionó esta pregunta con el fin de su primer matrimonio con Plutarco Haza, padre de su hijo. Reconoció que, aunque fue una etapa difícil, aprendió a ver lo positivo en las adversidades: "De lo malo siempre viene algo bueno, aunque a veces cuesta trabajo verlo".

Recordó que se casó a los 19 años y que, con el paso del tiempo, esa juventud influyó en su percepción de la relación. Comparó su experiencia con la metáfora de un elefante condicionado desde pequeño a no moverse más allá de cierto límite, lo que le impedía liberarse.

Cuando finalmente tomó la decisión de separarse, sintió que se abría ante ella un mundo nuevo, lleno de posibilidades que antes no imaginaba.

Durante la pandemia, Ludwika compartió en una entrevista que su divorcio ocurrió cuando aún era muy joven y tenía un hijo pequeño.

  • En lugar de quedarse estancada en el dolor, eligió seguir adelante, disfrutar la vida y abrirse a nuevas experiencias. Aunque no se arrepiente de nada, admite que esa ruptura marcó un punto de inflexión en su vida: le permitió liberarse, reinventarse y florecer.

También recordó cómo vivió su primera relación amorosa después del divorcio, una etapa en la que pudo experimentar cosas que no había vivido antes, como tener un novio sin rendir cuentas a nadie.

Agradeció profundamente el apoyo de su madre y su hermana, quienes fueron clave en la crianza de Nicolás, permitiéndole equilibrar su rol como madre con su deseo de seguir creciendo como mujer y profesional.