¡Por fin! Ya se estrenó Stranger Things 2 y sus protagonistas destilan estilo

Si entraste en el trapo con la primera temporada, caerás otra vez con la segunda

Nervios, emoción, excitación... Hoy se estreno la segunda temporada de  Stranger Things y ni el mismísimo Demogorgón en persona podría  evadirnos de querer disfrutar de sus capítulos.

Como no podía ser de otro modo, ayer  la ciudad de Los Ángeles reunió a todo el elenco para celebrar la première de esta segunda temporada y sus  jóvenes estrellas coparon toda la atención.  El color negro fue el protagonista de anoche (en sintonía con el mood creepy de la serie) aunque no fue el único invitado.

Natalia Dyer de Christopher Kanee


La que representa ser la hermana mayor de Mike, Nancy, estrenó nuevo corte de pelo (y color). Con un flequillo corto y de color rubio, Natalia apostó por un vestido largo de Christopher Kane que mezclaba encaje, volantes y tonos pastel.

Cara Buono


La madre de Mike en la serie confió en el color negro, pero lo hizo de la mejor manera: con lentejuelas rectangulares (para no caer en el aburrimiento). Con un escote tipo Bardot y gran raja en la falda, Cara demostró que aportar por un vestido de líneas rectas en un tejido original es todo un acierto.


Millie Bobby Brown de Calvin Klein


Millie Bobby Brown, Eleven en Stranger Things, sabe que era una de las estrellas de anoche y así lo transmitió. Enfundándose un minivestido de piel de Calvin Klein Collection (obvio), la joven actriz apostó por un calzado en blanco nuclear.

Winona Ryder


Sabemos que Winona Ryder tiene un estilo muy sencillo y anoche así nos lo recordó con este vestido negro con lazada en la cintura.

Sadie Sink de Chanel


La nueva integrante del elenco viene con fuerza y anoche se presentó con un vestido Chanel en blanco y negro. A sus 15 años de edad, Sadie sabe (o su estilista) que la primera impresión es la que vale.

Stranger things 2 es la secuela que no te dejará salir de casa este fin de semana

Los hermanos Duffer, que prácticamente no habían hecho nada en Hollywood antes de que Netflix les diera un fajo de billetes para escribir y dirigir Stranger things, tenían un plan concreto. Querían homenajear los ochenta que ellos habían vivido como jóvenes espectadores (son nacidos en los ochenta, así que sus recuerdos tienen más que ver con las películas que vieron en los noventa) y querían que Stranger things tuviera una secuela más que una segunda temporada. Por esto, después de emitir una escena, nos encontramos con el cartel de Stranger things 2 al comenzar los nuevos episodios, que han estrenado en la plataforma.


La capacidad de Matt y Ross Duffer de dar un empaque conceptual y estético, con muchísima ayuda de Kyle Dixon y Michael Stein, responsables de la música, permiten comprar Stranger things 2 como una secuela, por lo menos desde el punto de vista de la experiencia del espectador. Es como cuando te quedas fascinado por una película y dos veranos más tarde te adentras otra vez en ese universo sabiendo que tienen más presupuesto, que repetirán ciertos lugares comunes por el bien de satisfacer los instintos más primarios de su público, y que intentarán ser básicamente más bestias.

Entre las novedades nos encontramos tres personajes que se intuyen fundamentales: Sadie Sink como Max, la nueva chica de la clase y una experta en juegos de arcade; Paul Reiser como Owens, el responsable de estudiar a Will después de los eventos de la primera temporada; y Sean Astin como Bob, el nuevo novio de Joyce (Winona Ryder). Además, se intuye la existencia de una criatura sobrenatural muy huidiza en Hawkins con la existencia de ruiditos y calabazas podridas que a un servidor le llevaron a recordar los Gremlins de Joe Dante (1984), y se presenta un nuevo sujeto víctima de los experimentos del doctor Brenner.