Después de más de seis meses sin verse y en medio de tensiones familiares, el príncipe Harry y el rey Carlos III finalmente se reencontraron durante la reciente visita del duque a Reino Unido.
El encuentro tuvo lugar la tarde del miércoles en Clarence House, donde padre e hijo compartieron una charla privada con té incluido. Este lugar, más íntimo y personal, contrastó con el Palacio de Buckingham, que suele ser el escenario habitual para compromisos oficiales del monarca.
Clarence House tiene un valor emocional para Carlos III y la reina Camilla, ya que es su residencia habitual, más tranquila y alejada del bullicio turístico que rodea a Buckingham. Optar por este sitio para el reencuentro fue un gesto que marcó un tono más familiar que formal.
- La reunión, que duró aproximadamente 45 minutos, fue la primera desde febrero del año pasado, cuando Harry viajó de emergencia desde California tras enterarse del diagnóstico de cáncer de su padre.
Cabe destacar que el rey aún no se muda al Palacio de Buckingham, debido a las renovaciones que se extenderán hasta 2027. Por ello, una reunión ahí no solo habría sido poco conveniente, sino también menos privada.
Además, Clarence House está cargada de recuerdos personales para el monarca, pues allí vivió con sus padres, la reina Isabel II y el príncipe Felipe, y sus hermanos durante su infancia.
Heredó la propiedad en 2003 cuando aún era príncipe, y ahora, abrirle las puertas a Harry en ese espacio tan significativo fue también un gesto de acercamiento y afecto hacia su hijo menor.