Kate Middleton y su hijo de cuatro años, el príncipe Louis, son el tema de un video que recientemente se volvió viral en las redes sociales. En la grabación se observa al niño tapando la boca de la madre, quien intenta corregir la acción de manera dulce y tranquila, aunque no lo logra.
El video fue grabado el domingo 5 de junio, mientras los miembros de la familia real y sus invitados especiales presenciaban el Desfile del Jubileo de Platino en honor a la bisabuela del Príncipe Luis, la Reina Isabel II. Mientras Kate y su hijo se sentaban en el palco real para ver el evento, el niño siguió tratando de taparle la boca y cuando no pudo, le hizo una mueca con el pulgar en la nariz y moviendo los otros dedos.
En todo momento, la duquesa de Cambridge tomó gentilmente la mano de su hijo, quien se mostró descontento con la situación y terminó tirando el cojín de la silla en la que estaba sentado.
Su actitud al tener que estar sentado presenciando una actividad, llamó incluso la atención del jugador de rugby Mike Tindall, quien es esposo de la prima del príncipe Guillermo, Zara Tindall. El corpulento hombre bromeó con el niño y con señales le dio a entender que lo estaba viendo, informa Page Six.
En medio de la jornada el pequeño, quien probablemente ya estaba cansado durante las actividades, también sacó tiempo para darle un afectuoso beso a su mamá. Más tarde, terminó en los regazos de su abuelo, el príncipe Carlos.
El gran protagonista
El jueves 2 de junio Luis también ocupó titulares. Sus simpáticos gestos y naturalidad infantil nuevamente llamaron la atención. Ese día él y su familia estaban observando el desfile Trooping the Colour en el que también participan aviones.
Según Page Six, inicialmente Luis y sus hermanos Carlota y Jorge observaban el desfile desde la ventana, pero cuando salieron al balcón el pequeño se robó las miradas por su enérgico saludo y por la velocidad con la que llegó “y pasó como si fuera un rayo” cerca de su bisabuela, la reina, de 96 años.
Fotografías de ese día muestran nuevamente al niño haciendo caras simpáticas y tapándose enérgicamente los oídos ante los sonidos de los aviones.