'La ciencia en México requiere más apoyo': Miguel Chávez Lomelí

La investigación y la innovación no puede medirse en sexenios, advierte Miguel Chávez Lomelí

En México necesitamos imprimirle más velocidad a la formación de investigadores, tanto en las instituciones de educación superior como fuera de ellas, porque varios países en el mundo avanzan a pasos agigantados, sostiene el exdirector del Consejo de Ciencia y Tecnología de Tabasco (Cecytet) y ex director Innovación del Conacyt, Miguel Chávez Lomelí, quien advierte sobre el rezago del sur sureste en la materia.

En una amplia entrevista con el Sistema Informativo de Tabasco (SIT), el actual consultor externo y académico sostiene que hay una concentración de los avances por regiones, pero también un notable rezago en otras zonas.

PASOS AGIGANTADOS

En referencia a Tabasco subraya la necesidad de ampliar el actual registro de unos 200 investigadores nacionales a los que exigen los indicadores internacionales que proponen tres o cuatro veces más. “Por lo menos para empezar a decir que se tiene una masa crítica que permita continuar los procesos. Hay que plantearse cómo multiplicar por cuatro el número de investigadores nacionales, cuántos años tarda una persona en formarse, como una perspectiva de largo plazo que no se puede medir en sexenios”.

Continúa Chávez Lomelí: “No se puede esperar a tener investigadores, luego tecnólogos, luego innovadores y luego economía. Hay que trabajar al mismo tiempo; se puede ir creciendo, los otros también y pueden hacerlo más rápido”.


Víctor M. Sámano L.- Tu pasión y especialidad es la ciencia y la tecnología, ¿cómo estamos en México?  

Miguel Chávez Lomelí.- Depende del cristal con el que lo mires. Si se ve sin tomar en cuenta el pasado, diremos que México está muy abajo. Se dice que necesitamos un investigador por cada 10 mil personas de Población Económicamente Activa (PEA), para estar por arriba del umbral donde el esfuerzo de convierta en un círculo virtuoso.

VMSL.- ¿Es como hablar de lo ideal con referencia a lo real?

MChL.- Cuando uno observa el crecimiento de la última década de la cantidad de investigadores, publicaciones reconocidas internacionalmente, e incluso de inversión, podemos concluir que vamos subiendo. En los indicadores e índices mundiales, como innovación, desarrollo, no solamente cuenta lo que uno avanza sino lo que avanzan los demás. Otros van más rápido. Tenemos una misión y una meta que alcanzar; incluso era parte de los compromisos presidenciales llegar al uno por ciento del PIB. No estamos donde deberíamos, pero estamos creciendo; hay que hacerlo más rápido.                

VMSL.- Tienes el pulso estatal, regional y nacional. ¿Hay un desarrollo desigual?

MChL.- Claramente es la región del centro del país, donde históricamente está la UNAM, la que cuenta con el 90% de los investigadores mexicanos. El núcleo es la hoy Ciudad de México, Estado de México, Morelos, Nuevo León y Jalisco, con la densidad más alta, la actividad más intensa, y también tienen una gran industria. En un segundo nivel están en el norte los estados de Coahuila, Nuevo León, Sonora, Chihuahua y Jalisco. En este mismo segundo nivel en el centro está Puebla, Querétaro y Aguascalientes. En el Pacífico sur y Pacífico medio está Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Colima, Nayarit y Sinaloa que tienen indicadores muy bajos. Los del sur son los más bajos, con excepción de Yucatán, que se parece más al estado de Puebla. En este bajo nivel tienes a la parte del centro- norte del país como Durango y Zacatecas, que también tienen indicadores deficitarios.


VMSL: ¿Que tendría que hacerse para detonar la investigación y desarrollar productos tecnológicos?

MChL: Debemos dejar de pensar sólo en las instituciones. Una de las lecciones con la experiencia y las lecturas es aplicar lo que tenemos como los ecosistemas de investigación, ecosistemas de innovación, sociedades del conocimiento. El día que los papás dejen de decirle a los niños que no sean investigadores porque se van a morir de hambre, el día que las empresas que tienen un problema para mejorar su competitividad digan voy a ir a la UJAT, voy a ir al Colegio de Posgraduados, a ver cómo tener una solución, en lugar de irse a los Estados Unidos, comenzarán a cambiar las cosas. Será entonces cuando tengamos velocidades más rápidas, más innovación. Allí están los ejemplos de Corea e India que hasta hace unos años estaban muy atrás. Debemos observar qué han hecho.

VMSL.- ¿Están equivocados los mecanismos de gestión e inducción?

MChL.- Es una cuestión de redes. Necesitamos al que genera el conocimiento, pero también al que lo demanda y al que pone las reglas; al que traduce lo que quiso decir el demandante. En México la función de gestoría e intermediación está muy devaluada.    

REVALORAR LA CIENCIA

VMSL.- ¿El Conacyt está rebasado?

MChL.- Los recursos siempre serán insuficientes. El parámetro internacional es invertir el 1% del gasto nacional en investigación, estamos más a menos en el punto 6, punto 7. Pero el Conacyt sólo administra una parte de esa fracción. Hay otras instancias federales, como la Sagarpa, la Secretaría de Economía que también fomentan ciencia, tecnología, e innovación. Todos tenemos una responsabilidad, algunos más directa. Hay quien se va con los niños que están en el kínder; eso es importante pero no es la única respuesta, hay que trabajar en todos los niveles. 


VMSL: ¿Cómo entender un ecosistema para el desarrollo del talento?

MChL: En biología un ecosistema es un espacio donde hay distintos elementos, pero también interacciones. Hay nodos y relaciones como una red, que en el caso de los procedimientos científicos y de innovación tenemos que los investigadores son generadores del conocimiento típico de una institución de educación superior, hay centros de investigación y en algunos países claramente en empresas, aquí es mucho menor. Están los que demandan conocimiento, quienes necesitan el conocimiento.

VMSL.- ¿En necesario revalorar el oficio del investigador, del científico?

MChL.- Sí, aunque esto conduce a una modificación a la Ley de responsabilidades en investigación y tecnología para que los investigadores puedan obtener beneficios económicos de sus inventos, de sus aportaciones. Existe una limitante legal en algunas instituciones.

VMSL.- Decías que de cada 3 mil ideas sólo una se convierte en negocio.

MChL.- Hay distintas forma de medir. Algunos dicen que es diez a uno, otros mil a uno. Lo que tenemos que entender es que la investigación y la innovación son inciertas. Hay un riego porque sabes qué vas a hacer, pero no sabes qué vas a obtener. En el mundo hay inversionistas de riesgo. Cuando ves el crecimiento del capital de riesgo a nivel mundial, claramente tienes en Israel, en EU y en algunos países de Europa grandes empresas que con una que le peguen ganan todas las demás.  Hay países como Finlandia, donde ayudan a las empresas que fracasan a ponerse de pie rápidamente; aquí castigamos el fracaso. Tenemos que entender que no existen los milagros, que se requiere un esfuerzo coordinado y constante más allá de los límites sexenales o cálculos políticos inmediatos.