Testimonio: “Me destruyeron en un segundo”

Una fotografía suya fue exhibida en Facebook donde la acusaban de haber hurtado dinero.

Al ser difamada en redes sociales por robo, Aanaly Torres Hernández perdió su empleo, tuvo problemas legales y además una severa depresión, pues fue acusada de una acción que no cometió.

Una fotografía suya fue exhibida en Facebook, donde la acusaban de haber hurtado dinero de un conocido negocio del municipio de Cunduacán, lo cual ocasionó que la despidieran de la empresa donde trabajaba.

Además, empezó a ser investigada por el presunto delito y fue rechazada por su familia y amigos, pues el rumor se expandió en la comunidad donde vivió la mayor parte de su vida.

En Tabasco dejó de existir el delito de difamación, por lo que Aanaly interpuso una denuncia por daño moral, que logró ganar, pero de todos modos el daño en su contra ya estaba hecho y ya nada es igual.

GPM: ¿Cómo cambió tu vida al ser difamada en redes sociales?

ATH: Cambió para mal porque esa foto y esas palabras se compartieron muchas veces en Facebook, donde además difundieron mi número de celular, lo cual ocasionó que la gente no dejara de llamarme para insultarme.

En la empresa donde laboré lo vieron y de inmediatamente me dijeron que no me atreviera a volver, a pesar que con mi sueldo mantenía a mis dos hijos.

GPM: ¿Lograste demandar a la persona?

ATH: No, porque mi abogado me dijo que la difamación y la calumnia ya no son delitos, sin embargo, por daños a la moral sí logré hacerlo, porque lo que yo quería era aclarar que todo lo que dijeron de mi era mentira.

GPM: ¿Lograste ganar el caso?

ATH: Sí, la persona que difamó mi imagen tuvo que reparar el daño a través de recursos económicos, por lo que yo recibí aproximadamente 100 mil pesos, pues perdí mi empleo y tengo dos hijos, lo cual fue evaluado por mi abogado.

GPM: Cuando descubriste que estabas siendo difamada ¿qué hiciste?

ATH: Intenté comunicarme con la persona que lo hizo, pues sabía quién lo había hecho pero no borró la publicación, así que mi abogado me ayudó a denunciar la fotografía en Facebook, por lo que fue borrada por la propia red social.

GPM: ¿Cómo fue la reacción de tu núcleo social?

ATH: Mala, porque para ellos –familiares y amigos- hacer este tipo de acciones es deshonroso, por lo que mis papás me corrieron de la casa y tuve que irme con mis hijos a rentar, sin embargo me las vi muy duras porque no tenía dinero y empleo.

Afortunadamente se comprobó que yo no robé nada y recuperé parte de mi dignidad.

GPM: ¿Qué le recomiendas a la gente que sea víctima de la difamación?

ATH: contactar a un abogado y acudir a la Fiscalía General del Estado (FGE) porque si te ocasionan daños, pueden repararlos económicamente aunque ya muchas cosas malas hayan pasado.

Todo es posible si se tienen pruebas para comprobar que se es inocente y que son mentiras lo que se dicen.