Testimonio: "Nunca imaginé hacer dinero con mi cuerpo"

Crisis y falta de empleo los orilla a realizar el trabajo

- Refiere Antonio N. quien forma parte del grupo de trabajadores sexuales de Villahermosa. 

Antonio ‘N’, es uno de los tantos trabajadores sexuales que desde hace unos meses encontró un nuevo empleo, donde sólo por compañía le pagan 250 pesos, por algunas horas.

En caso de homosexuales y mujeres que deseen tener relaciones la tarifa aumenta a los 500 pesos. Aunque nunca se imaginó que pudiera hacer dinero con su cuerpo, el joven empieza acostumbrarse a su segundo trabajo que cada vez le demanda más tiempo y esfuerzo. 

Sus ganancias las invierte en gimnasio, buena alimentación, ropa, calzado y hace unos meses inició la licenciatura en Derecho en una universidad privada. 

A la semana atiende a tres clientes, no todos lo buscan para sostener relaciones sexuales, quienes lo hacen generalmente lo contratan por 4 horas, lo llevan a comer y luego termina el acuerdo en algún hotel de la ciudad. 

De este 'trabajo' obtiene para pagar sus estudios universitarios.


Con tan sólo 23 años de edad no se arrepiente de brindar servicios sexuales, debido a que considera que todas las personas son libres de hacer con su cuerpo lo que les satisfaga y por ello se enfoca en sólo cumplirles a sus clientes. 

En base a su experiencia, su forma de llegar a los interesados la realiza por recomendaciones, él no se promociona en las redes sociales a como otros sino más bien su primer cliente se encargó de recomendarlo entre su círculo social al grado que hoy ya no necesita ofrecerse. 

No operan a la vista 

Algunos sólo lo hacen para ganar dinero rápido y con el tiempo lo ven como una nueva ocupación

  • Se contactan a través de las redes sociales
  • Ahí se conocen y pactan el tipo de servicio que brindarán
  • Se citan en las plazas comerciales y los parques como su punto de reunión
  • Los hombres utilizan los mensajes de textos y sus redes sociales para interactuar
  • No todos aceptan dinero
  • Existen casos en los que el trabajador sexual se conforma con detalles de su cliente
  • Al final se vuelve su amigos y termina aceptando prendas de vestir, calzado, alcohol, entre otros obsequios
  • La mayoría se ofrece en páginas de internet ahí muestran sus atributos y dejan su número de teléfono para cualquier servicio