Testimonio: “Se acabaron los años de bonanza en Pemex”

Pocos empleados como Alberto “N” aún sobreviven en la industria.

Portar el uniforme gris con las siglas de Petróleos Mexicanos (Pemex), ha dejado de ser sinónimo de riqueza en Tabasco y en todo México, al menos así lo piensa Alberto “N”, empleado de planta de la ex paraestatal.

Los años de bonanza se acabaron, aquellos tiempos en donde salían más de mil contratos eventuales para los hijos o familiares cercanos a algún petrolero que laborara dentro de la industria se terminaron, hoy sólo sale una vacante y eso que cada mes, detallo.

Los privilegios se les terminaron desde la puesta en marcha de la Reforma Energética, empezaron a detectar el cambio cuando la industria implemento políticas de austeridad y eso afecto su bolsillo directamente, pues se acabaron las horas extras, vales de gasolina y uno que otros bonos de compensación, relató el petrolero.

En temporadas vacacionales era común ver a los hijos de los petroleros trabajando en Pemex, hacían diferentes actividades en calidad de obreros, la mayoría tenía un sueldo base de alrededor de 7 a 8 mil pesos cada catorcena, pero hoy eso se terminó, expuso.

 Los pocos empleados como Alberto “N” que aún sobreviven en la industria, se ocupan de darle mantenimiento al equipo que tienen en sus bases de operaciones, brindan trabajo de pintura con el objetivo de tenerlos ocupados.

 Señaló que enfrentan un nuevo rostro en Pemex, su salario se redujo significativamente pues la empresa ya dejo de pagarles horas extras y las el tiempo que pasaban en pozos.