Una discusión familiar en Polanco terminó en tragedia cuando un adolescente de 13 años disparó a su madre en el rostro tras ser reprendido por consumir alcohol. El caso ha generado conmoción y reabre el debate sobre la violencia intrafamiliar y el acceso a armas en los hogares mexicanos.
El sábado 25 de octubre de 2025, en un departamento ubicado en la calle Aristóteles, colonia Polanco IV Sección, en la alcaldía Miguel Hidalgo de la Ciudad de México, un adolescente de 13 años disparó a su madre en la mandíbula con un revólver calibre .38, propiedad de la familia.
Según reportes de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), el incidente ocurrió luego de que la madre, identificada como Paula, sorprendiera a su hijo consumiendo bebidas alcohólicas. Como castigo, le retiró el teléfono celular, lo que desató una reacción violenta por parte del menor.
Además, el hermano menor del agresor, de 11 años, también resultó herido tras ser golpeado en el rostro con la cacha del arma cuando intentó intervenir para defender a su madre.
Tras recibir una llamada de emergencia, elementos de la SSC acudieron al lugar y lograron detener al menor, quien había intentado huir. Fue puesto a disposición de la Fiscalía Especializada en Justicia para Adolescentes.
El padre de familia entregó el arma a las autoridades para que formara parte de las investigaciones. Hasta el momento, no se ha informado si el arma estaba registrada ni cómo el menor tuvo acceso a ella.
Este caso ha encendido las alarmas sobre varios temas críticos:
- Acceso a armas de fuego en el hogar: La facilidad con la que el menor obtuvo el arma plantea serias dudas sobre la seguridad en el entorno doméstico.
- Consumo de alcohol en menores: La situación revela una falta de supervisión y posibles antecedentes de conductas de riesgo.
- Violencia intrafamiliar y salud mental: Especialistas han señalado la necesidad de fortalecer los programas de prevención y atención psicológica para adolescentes y sus familias.
El titular de la SSC, Pablo Vázquez Camacho, expresó en conferencia de prensa su preocupación por el caso y reiteró el compromiso de la institución para reforzar la seguridad y la atención a menores en situación de riesgo.
Este trágico suceso no solo deja una familia fracturada, sino que también obliga a la sociedad a mirar de frente los problemas estructurales que permiten que un menor llegue a este punto.
La prevención, el diálogo familiar, la educación emocional y el control de armas en casa son temas que deben colocarse en el centro del debate público.